ALDAMA.-Tan lamentable como doloroso es que una mujer de 39 años de edad, haya asesinado a su esposo de un cuchillazo en la clavícula izquierda, con rumbo al corazón.
“Ya me chingaste”, fueron las últimas palabras que Omar Benito Muñoz Beltrán le alcanzó a decir a su esposa Azucena, quien en un afán de darle auxilio, lo agarró de los pies y lo jaló hasta la puerta, mientras su hija de 13 años corrió a la casa de sus familiares a pedir ayuda, pues su papá “no respiraba”.
Una joven mujer fue la que llegó y vio la escena, por lo que se dio aviso a los paramédicos de la Cruz Roja, quienes prestaron los primeros auxilios a Omar Benito, de 39 años de edad.
Según los paramédicos, Omar aún tenía signos vitales, por lo que lo subieron a la ambulancia y lo trasladaron al Hospital Regional.
Los paramédicos llegaron hasta al Hospital, pero Omar ya no fue descendido de la ambulancia, había fallecido.
En el interior de la ambulancia quedó el cuerpo y, a un lado de él, Azucena, quien lloraba desconsolada, los llantos se escuchaban a distancia.
Fue a las 5:35 de la mañana del domingo, cuando en Seguridad Pública tuvieron del conocimiento que la ambulancia trasladaba a una persona herida con arma blanca al Hospital Regional, por lo que los policías se trasladaron al lugar, donde fueron informados del homicidio.
Ante eso, los policías arrestaron a la mujer y la trasladaron a los separos municipales, al tiempo que dieron aviso a la Policía Ministerial, quien acudió al domicilio donde se registraron los hechos, en la privada Plutón número 807, en la colonia Abel Aguirre.
La calle que da acceso al domicilio de la pareja fue acordonada, toda vez que policías ministeriales y peritos realizaron las primeras investigaciones, así como declarar a la presunta responsable, Azucena.
De acuerdo a las declaraciones, Azucena y Omar, andan en estado de ebriedad, pero en el domicilio, iniciaron a discutir, a tal grado que pelearon a goles.
En cierto momento, según Azucena, Omar agarró un cuchillo cebollero, de 25 a 30 centímetros de largo, cachas negras, de plástico, pero luego lo dejó sobre la mesa, donde se sentó en una silla.
En ese momento, Azucena agarró el cuchillo y estando de frente, se lo enterró a Omar en la clavícula izquierda, de arriba hacía bajo, con rumbo al corazón.
Ello ocasionó que Omar cayera al piso y se desangrara de manera interna, por lo que no alcanzó a llegar con vida al Hospital Regional.
En su defensa, Azucena alegó que sufría de violencia familiar, sin embargo, nunca interpuso denuncia.
Fue a las 7:15 de la tarde del lunes cuando Azucena fue trasladada por policías ministeriales al Cereso, donde enfrenta cargos de homicidio.