La administración del presidente Donald Trump empezará a tomar las huellas dactilares de los padres que reclamen la custodia de menores que entraron de manera ilegal y sin el acompañamiento de un adulto a Estados Unidos, según anunciaron funcionarios este martes.
Esto ha generado fuertes críticas entre los defensores de derechos de migrantes, ya que esto aumenta la posibilidad de que los niños puedan ser abandonados ante el temor de los padres de ser identificados y deportados.
En la actualidad, la mayoría de los padres no necesita pasar por la revisión de sus huellas digitales para obtener la custodia de sus hijos.
Las leyes limitan el tiempo que los menores pueden ser detenidos, por lo que quienes son atrapados cruzando la frontera solos, normalmente son entregados a un patrocinador (un adulto que acepta la responsabilidad financiera por otra persona, usualmente un familiar) en Estados Unidos.
Después de esto, se espera que los menores se presenten ante una Corte del país para enfrentar la deportación.
«Vamos a examinar más detenidamente a los patrocinadores», dijo Steven Wagner, secretario adjunto en funciones de la Administración para Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Sociales estadounidense (HHS, por su sigla en inglés), en una conferencia telefónica con periodistas.
«Con la cooperación del Departamento de Seguridad Nacional llevaremos a cabo una verificación de antecedentes basada en las huellas digitales de cada patrocinador», agregó Wagner.