PRESIDIO.-El presidente Donald Trump ahora planea enviar entre 800 y 1.000 efectivos estadounidenses en servicio activo a la frontera sur para contrarrestar una caravana de migrantes de América Central. Los migrantes ahora se están abriendo camino a través de México. El presidente ha llamado a la caravana que se aproxima una emergencia nacional.
Para obtener una perspectiva desde la frontera, el anfitrión de Texas Standard, David Brown, habló con John Ferguson, alcalde de Presidio, en el lejano oeste de Texas, y Chris Cabrera, vicepresidente del Consejo Nacional de Patrulla de Fronteras.
Ferguson dice que las tropas armadas en la frontera fueron responsables de la muerte de un adolescente mexicano en su área en 1997. Esequiel Hernández Jr. pastoreaba cabras cuando disparó un rifle calibre 22 y fue asesinado por un marine en una patrulla cerca de la frontera. .
«Afortunadamente, las tropas que han estado estacionadas a lo largo de la frontera [recientemente] no están armadas», dice Ferguson. «Tenemos un puñado en Presidio actualmente».
Ferguson dice que las tropas en su área desempeñan funciones logísticas, en lugar de realizar tareas que requieren armas. Él dice que asume que las nuevas tropas en el área realizarían tareas similares y que serían desarmadas. Él dice que ve el último plan de despliegue como motivado políticamente. Él dice que los migrantes que ha encontrado no son amenazantes o peligrosos.
«Cuando estos inmigrantes aparezcan aquí en Presidio, o en las áreas periféricas, simplemente se sentarán en el camino para que la Patrulla Fronteriza venga a recogerlos», dice. «Nosotros aquí en la frontera no lo consideramos como una invasión. No hay temor en nuestra comunidad».
Ferguson dice que si las nuevas tropas de los EE. UU. En el área se «combinan» con la comunidad, no tiene ningún problema con ellas. «Pero si entran, y vemos un papel más agresivo, entonces tendré un problema real con eso».
Cabrera, que representa a los empleados de la Patrulla Fronteriza, dice que da la bienvenida al personal militar si se les da una mano libre a lo largo de la frontera. Él dice que los despliegues recientes con responsabilidades limitadas para los miembros militares no han sido útiles.
«No los dejan salir al campo. No les permiten multiplicarse por la fuerza. Los mantienen en la espalda, así que realmente no pueden salir y hacer lo que necesitamos que hagan. , «Dice Cabrera.
La caravana de migrantes es un problema para Cabrera.
«Estás teniendo dos, cuatro, cinco, 10,000 personas que se abren paso», dice. «Los vimos cruzar el puente en el sur de México. Y solo están tomando lo que quieren. Y lo que es eso es: ‘Hey, queremos entrar, y estamos entrando ahora, nos guste o no». no.'»
Cabrera dice que entiende por qué algunas personas en la frontera deberían preocuparse por la presencia de fuerzas militares armadas. Pero él dice que hay pocas razones para preocuparse.
«Estos hombres y mujeres jóvenes en el servicio están altamente capacitados, son buenos amigos y no he visto nada que me haga pensar que algo iría mal con las tropas allá abajo», dice Cabrera.
Está de acuerdo con Ferguson en que la frontera está muy politizada.
«Hace un par de meses, hubo gente que venía a nuestras áreas diciendo que los centros de procesamiento eran campamentos nazis y centros penitenciarios de niños, y que deberíamos avergonzarnos de nosotros mismos», dice Cabrera.
Él dice que los opositores a las políticas de detención del gobierno de Trump no objetaron las instalaciones del sur de Texas cuando un demócrata estaba en la Casa Blanca.
«Nada se arreglará en el sistema de inmigración mientras la gente siga pensando ‘Demócrata-Republicano'», dice Cabrera.
Él dice que no arreglar la inmigración conducirá a que más niños sean dañados mientras cruzan la frontera.
