CUCHILLO PARADO, cuna de la Revolución

CHIHUAHUA.-Por séptima ocasión, hoy sesionará el Congreso del Estado de Chihuahua en el poblado Cuchillo Parado, municipio de Coyame del Sotol, que en el año 2008 fue declarado “Cuna de la Revolución Mexicana”, título simbólico que anteriormente le pertenecía al municipio de Guerrero.

Este año se celebrarán 106 años del inicio de la gesta, conmemoración que se desarrolla en medio de un debate acerca de los hechos históricos del 14 de noviembre de 1910 en la comunidad de Cuchillo Parado.

El pasado 8 de noviembre el historiador Víctor Orozco, junto con algunos pobladores de Ciudad Guerrero, presentó al gobernador Javier Corral una iniciativa basada en pruebas que determinan que el primer levantamiento armado de la Revolución no sucedió en Cuchillo Parado, sino en el poblado de San Isidro, hoy llamado Heroico Pueblo de Pascual Orozco, en el municipio de Guerrero.

El historiador Jesús Vargas, quien a dedicado años de investigación a la Revolución Mexicana, expone argumentos para sentenciar que la actual comunidad del Heroico Pueblo de Pascual Orozco merece el título en cuestión.

El Diario (ED)— ¿Por qué fue hasta el año 2008 que el estado de Chihuahua fue reconocido como Cuna de la Revolución Mexicana?

Jesús Vargas (JV)— En muchos temas fundamentales de la historia de todos los pueblos no se registra con claridad lo que aconteció, por muchas razones. En el caso de Chihuahua, casi todo el siglo XX se ignoraron detalles de los acontecimientos de la Revolución; se ignoró realmente cómo fue la caída de Porfirio Díaz.

Pasaron más de 50 años desde que terminó la lucha armada, que salió a la luz que el llamamiento que hizo Francisco I. Madero para el 20 de noviembre había sido prácticamente ignorado, no hubo respuesta.

Días después del 20 de noviembre, Madero recibe la noticia de que no había pasado nada y decide desentenderse de la Revolución, acto que quedó registrado de manera escrita por su secretario.

Resultó que en San Isidro, Guerrero, el 19 de noviembre se dio un combate y el grupo al día siguiente (20) volvió a atacar otro poblado y poco a poco el movimiento fue creciendo, se fueron levantado de otros pueblos del estado y para principios de diciembre ya era un grupo de cientos de revolucionarios que tomaron Ciudad Guerrero, como un punto relevante, porque se trataba de una ciudad importante.

Estos levantamientos, esta continuidad del grupo de San Isidro provocó que para principios de 1911 en muchos puntos del país se levantaran, ahora sí, grupos revolucionarios más consolidados y poco a poco en todo México se fue extendiendo la convicción de que el ejército porfirista no era tan poderoso porque en Chihuahua lo estaban derrotando.

Éstos son los hechos que historiadores como Katz, Víctor Orozco y Francisco Almada, entre otros, han consignado para determinar cómo empezó realmente la Revolución.

ED— ¿La comunidad del municipio de Guerrero era consciente de que dio inicio el movimiento armado?

JV— El levantamiento en Guerrero fue registrado en incontables documentos que ofrecen información sobre cada día del grupo revolucionario del levantamiento en San Isidro.

Desde el 19 en adelante hay un seguimiento de los revolucionarios que se levantaron en San Isidro, un pueblo muy pequeño donde la mitad de sus habitantes murió antes de la caída de Porfirio Díaz.

Pascual Orozco, en mayo de 1911, cuando triunfan en Ciudad Juárez fue reconocido como el jefe principal de la gesta.

ED— ¿Por qué despojaron al Heroico Pueblo de Pascual Orozco del título de Cuna de la Revolución Mexicana y se lo dieron a Cuchillo Parado?

JV— A principios de este siglo se le da una fuerza determinante a la nota de que la Revolución había empezado el 14 de noviembre de 1910 en Cuchillo Parado, desde el período de Patricio Martínez. Entonces el actual gobernador Javier Corral era diputado.

ED— ¿Qué acontecimientos históricos se registraron en Cuchillo Parado?

JV— El periodista e historiador Fernando Jordán hizo un reportaje en 1956. Él fue hasta Cuchillo Parado porque tuvo noticia de que ahí se había iniciado la Revolución, y de que había seis sobrevivientes del grupo de Toribio Ortega.

Hizo un reportaje muy bonito de Cuchillo Parado y entrevista a 3 de los 6 sobrevivientes, uno ya estaba muy enfermo, otro ya no recordaba muy bien y uno más ya había fallecido. De los tres entrevistados ninguno le confirma que hubo un combate el 14 de noviembre.

La versión de que ocurrió ese combate la escribió Francisco Ontiveros, un revolucionario que participó con Toribio Ortega, y quien publicó el libro “Toribio Ortega y la Brigada González Ortega”, en 1914.

Él ahí dice que es mérito de Cuchillo Parado haber iniciado la Revolución el 14 de noviembre de 1910 y que presentaría documentos que lo demostrarían, pero no se dio a conocer documento alguno.

El grupo revolucionario que dirigía don Toribio Ortega no presentó combate, no publica algún manifiesto ni hace alguna declaración que quede documentada; no hay absolutamente alguna referencia de que hubo levantamiento.

ED– ¿Cuál es su postura como historiador ante la declaratoria oficial de Cuchillo Parado Cuna de la Revolución?

JV— En lo general desde hace 30 años como investigador me he propuesto adoptar aquellos temas de la historia regional, que yo considero que están mal tratados, y me asumo como un investigador que trata de poner en su lugar a las personas y a los acontecimientos desde un punto de vista justo.

No demerito a Cuchillo Parado, pero no me parece justo que San Isidro sea borrado de la historia cuando está reconocido con documentos, como cuna de la revolución.

Por su parte, los habitantes de Cuchillo Parado se declaran muy sentidos por el hecho de que sólo se les tome en cuenta una vez al año, y que el resto del año su poblado luzca en absoluto abandono.

Reclaman el hecho de que el Gobierno del Estado no realice una inversión en materia de turismo para explotar aquel enfrentamiento que ahora ellos afirman tuvo lugar el 14 de noviembre de 1910; y ofrecer de esa manera un verdadero homenaje a todas aquellas vidas que heroicamente se perdieron, también como una acción para reactivar la economía del lugar.