A fin de impulsar una alimentación sana, variada y suficiente, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en coordinación con sus pares estales y municipales, distribuye más de cinco millones de desayunos escolares diarios.
De esta manera, la institución pública contribuye en la seguridad alimentaria de la población infantil y juvenil, al tiempo que ayuda a evitar el ausentismo y propicia un mejor aprovechamiento en las aulas.
De acuerdo con un comunicado, a través del consumo de los desayunos escolares, los niños y adolescentes que asisten a planteles oficiales del Sistema Educativo Nacional de zonas indígenas, rurales y urbano-marginadas, ejercen su derecho a la alimentación.
Los desayunos escolares son raciones diseñadas con base en los criterios de calidad nutricional, en las características de la población y en los alimentos disponibles de cada región, a las que se suman acciones de orientación alimentaria para toda la familia.
Estas porciones se preparan en las modalidades: frío, que incluye 250 mililitros de leche descremada, 30 gramos de cereal y 70 de fruta fresca o 20 de deshidratada, mientras que en la modalidad caliente es elaborada y supervisada por padres de familia, profesores y miembros de la comunidad organizados en comités y se compone por una bebida, cereal integral, verduras, leguminosas o alimento de origen animal y fruta fresca.