QUITO.-Ciudadanos venezolanos comenzaron a abandonar la norteña ciudad ecuatoriana de Ibarra desde el domingo, tras ser atacados con piedras, en medio del clima de tensión que se vive por el asesinato el sábado de Diana Carolina Rodríguez Reyes a manos de su pareja venezolana.
El sábado pasado, un ciudadano venezolano asesinó en plena calle en Ibarra a su pareja, una joven ecuatoriana de 25 años de edad, frente a agentes de la Policía y numerosos testigos, luego de que la mujer estuvo como rehén durante 90 minutos.
Imágenes difundidas en Twitter mostraron este lunes a personas que arrojaban piedras a algunas casas habitadas por venezolanos, de los miles que han llegado a Ecuador debido a la crisis económica en su país, para luego invadirlas y saquear sus bienes.
Una madre venezolana y sus dos hijos fueron perseguidos por decenas de manifestantes que los obligaron a abandonar la ciudad, informó el portal informativo Ecuador Inmediato.
Ciudadanos ecuatorianos acudieron a los parques de Ibarra, capital de la provincia de Imbabura para desalojar a los extranjeros que suelen dormir en sus instalaciones, quemaron las pertenencias de algunos de ellos y los persiguieron hasta el norte de la ciudad para exigirles que se fueran.
Ciudadanos venezolanos expresaron a través de redes sociales su inconformidad ante los hechos de violencia con el hashtag #NoAlaXenofobia.
Desde Ibarra, Ecuador, la venezolana Dayana Krays grabó un mensaje a los ecuatorianos en el que pidió: «somos gente luchadora, no más maltrato a ningún venezolano».
El presidente de la Fundación de Venezolanos en el Exterior, Febres Cordero, expresó que «no podemos generalizar y decir que por un hecho aislado los ciudadanos venezolanos todos son delincuentes, que todos son asesinos».
Organizaciones sociales y ciudadanos criticaron el llamado que hizo la víspera el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien anunció que se conformarán brigadas para «controlar la situación de los inmigrantes venezolanos en las calles», y mencionó que se pedirá «un permiso especial de ingreso al país».
El alcalde de Ibarra, Álvaro Castillo, convocó a una marcha para mañana martes, en la que «exigiremos la presencia de autoridades nacionales, a las cuales les recalcaremos que los extranjeros serán admitidos, pero no para atentar contra la seguridad de los ecuatorianos».
En tanto, en Caracas, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, informó este lunes en un comunicado la postura del gobierno de su país con respecto a lo que calificó de «hechos de xenofobia», informó la cadena Telesur.
El diplomático aseveró que el gobierno bolivariano rechaza la violencia registrada, la cual calificó como «un ataque generalizado y sistemático» contra ciudadanos venezolanos que residen en Ecuador.
En el texto, el gobierno venezolano condenó el feminicidio y expresó sus condolencias a los familiares de la víctima, y reiteró la responsabilidad del gobierno de Ecuador para garantizar la seguridad de la población migrante.
«Venezuela responsabiliza al presidente de Ecuador y al Estado que dirige por toda infracción contra la integridad física, moral y ciudadana de los venezolanos que se encuentran en ese país», indica el documento.
Además denunciaron la decisión del gobierno de Ecuador sobre la creación de «brigadas para controlar la situación legal de los venezolanos» y considera esta decisión como un «patrón de violación de derechos humanos, al tratarse de un ataque generalizado y sistemático contra una colectividad con identidad propia».
El gobierno de Venezuela destacó que se reservará la decisión de acudir a instancias internacionales pertinentes «en busca de determinar las responsabilidades que correspondan en el marco del derecho internacional».
El canciller venezolano reiteró que el presidente Nicolás Maduro continuará velando por los derechos de los ciudadanos que decidan retornar a su país, quienes podrán incluirse en los diversos programas sociales que se ejecutan en la actualidad.
Por su parte el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, condenó las acciones xenófobas contra venezolanos residentes en Ecuador, y llamó al gobierno de Lenín Moreno a no incentivar la violencia ni promover el odio contra los migrantes de Venezuela.