TERMINA SU ‘SUEÑO AMERICANO’
Selvin ha intentado cruzar la frontera exponiéndose a distintos peligros
«El sueño americano para mí ya terminó», comentó Selvin Rodríguez Luna, un migrante de 22 años de San Pedro Sula, Honduras, quien pasó unos días en la Posada del Peregrino.
Luego de trabajar más de cinco años ahorrando dinero, ser secuestrado por un grupo delictivo en Chihuahua, hacer tres intentos para poder cruzar la frontera y caminar por tres días en el desierto de Arizona, solo, con poca agua, ahora el hondureño dice que para él el sueño concluyó y que planea primero regresar a su tierra para ver a su mamá, pero que planea trabajar como tapicero en México.
Usando sandalias, playera de algodón y bermuda, Selvin recordó que «por rebelde» decidió dejar su tierra y emprender una larga travesía para llegar y cruzar a EUA como muchos otros centroamericanos.
Sin relatar una historia de problemas de inseguridad en su familia o que no había empleo, el hondureño explicó que salió de su país el 27 de julio de 2014, llegando a Monterrey a trabajar como tapicero, por lo que al poco tiempo ya tenía su propia tapicería.
Trabajó durante cinco años para ahorrar 5,500 dólares, los cuales los usaría para pagarle a un coyote conocido de la familia y que lo ayudara a llegar a EUA.
Indicó que esto sucedió hace 3 meses cuando logró reunir el monto total del dinero y el coyote lo llevó a Ojinaga, Chihuahua, a cambio de 800 dólares. Sin embargo, no corrió con suerte al ser secuestrado por un grupo delictivo durante 15 días.
Comentó que los criminales querían dinero, sin embargo, junto con otros migrantes lograron escapar.
Dijo que después de eso se fue a Sonoyta, Sonora, en donde consiguió otro coyote y le cobró 2 mil dólares para que pudieran cruzar la frontera en 3 intentos, sin embargo, no pudo pasar.
Relató Selvin que en el primer intento salió un grupo de 10 personas, pero agarraron a siete de ellos. En el segundo viaje el grupo ya estaba en Los Ángeles, pero que los agentes de migración los agarraron y tuvo que salir por la garita.
Dijo que en el último intento caminaron por tres días en el desierto de Arizona, pero agarraron a varios, por lo que al estar solo y con poca agua decidió regresar buscando un camino en los cerros.
CON DRONES
El hondureño platicó que la frontera, en la parte de EUA, está más vigilada tanto con agentes de migración como con drones, por lo que el cruzar se complica para los migrantes.
Dijo que no vio más agentes mexicanos o de la Guardia Nacional en la frontera cuando realizó los intentos, por lo que consideró que es en EUA en donde existe una mayor vigilancia para evitar el cruce de migrantes.
Los planes era regresar nuevamente a Monterrey y establecerse, pero como tiene 6 años que no ve a su madre,ha decidido regresar a Honduras, por lo que planea entregarse a las autoridades de migración mexicanas.
Estimó que el proceso puede llevar cerca de 15 a 20 días según le informaron algunos paisanos que ya han pasado por esta situación.
Compartió que lo más duro que enfrentó no es el ser secuestrado por un grupo de criminales, sino el haber estado solo en el desierto de Arizona, por lo que no sabía hacia dónde caminar. Sólo tenía un garrafón de agua y temía de que el líquido se le terminará y muriera en medio del desierto, lejos de su familia.
Lo único que se le ocurrió para no perecer fue el caminar y subirse a los cerros, vio una antena roja y fue su guía para regresar a México con vida.
Se gastó 3 mil dólares y no logró cruzar la frontera.
SE TERMINÓ
Tras sufrir durante estos meses el hambre, frío, calor y un constante peligro de su vida, ahora Selvin expresó que «el sueño americano ya terminó para mí», por lo que sus planes es quedarse en Honduras con su familia de tres a cuatro meses, para luego poner un negocio propio en Monterrey, aunque su madre le dice que lo puede poner en su tierra.
Recuerda que por rebelde decidió no escuchar a su familia y decidió migrar e ir a Estados Unidos, pero ahora que ha visto que es complicado cruzar ha decidido volver a México y abrir un establecimiento.
Opinó que mucha gente piensa que cruzar es sencillo, que sólo consiste en cruzar y ya, pero reconoció que esto está muy lejos de la realidad.
Considera que tal vez el reforzar la frontera frene un poco la entrada de migrantes, pero que esto puede darse de dos a tres meses, pero que esto no lo pueden detener, dado que la gente lo que quiere es cruzar y no van a desistir en seguir intentándolo.
«Ahorita por lo que he pasado prefiero tener un trabajo estable y seguir ahorrando», finalizó.