MÉXICO -Con la sonrisa al máximo, Iker posó junto a sus héroes. Dice que se levantó desde las 4 a.m. para asistir al desfile militar, porque su máximo sueño, le ha confesado a su padre, es seguir sus pasos y los de su abuelo y convertirse un soldado al servicio de su patria.
«Ahorita venimos para que igual cuando sea más grande se inspire y sea un militar, él quiere ser piloto aviador», detalla Guillermo Moreno, padre del niño.
Del otro lado de la escena, entre los más de 13,000 elementos que formaron la tradicional exhibición estaba el marino José A. Rojas. Con 22 años de edad apenas podía ocultar la felicidad que le causaba representar por primera vez a su secretaría en este desfile.
«Emociones, no se las puedo explicar así con palabras porque es algo muy bonito que se siente», comparte Rojas.
En tanto, en el cielo por igual se ofrecía un espectáculo. Mientras los uniformados se descolgaban de las aeronaves, por primera vez una mujer de la milicia participó piloteando un avión de combate.
Este año se incluyeron en el desfile carros alegóricos representando las tres transformaciones de esta nación: la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Y la cuarta transformación también tuvo un contingente. La gente les aplaudió tal y como lo hizo una noche antes cuando, el presidente Andrés Manuel López Obrador salió al balcón para encabezar ante una plaza completamente llena las fiestas patrias.
Al final del festejo los admiradores de la milicia pudieron darse gusto, sintiéndose por algunos minutos parte de los hombresy mujeres que cuidan y defienden a este país.