MANUEL BENAVIDES.- En entrevista con la alcaldesa del municipio de Manuel Benavides la C. María de Jesús Villanueva nos da a conocer que, se está en los últimos detalles de la preparación para las fiestas del patrón San Carlos Borromeo de este municipio.
Se estarán llevando a cabo, según lo informa la alcaldesa, una serie de eventos y actividades cívicas, religiosas y festivas, que son ya tradicionales en este municipio. Se iniciara con el tradicional baile el día domingo de 3 de Noviembre en la plaza del pueblo, durante ese mismo día por la noche, a las 11pm, la Parroquia llevara a cabo misa en honor al Santo Patrón, para finalizar con mañanitas al mismo.
Las festividades continúan el 4 de Noviembre la parroquia del lugar llevara a cabo peregrinación por las calles de este municipio, que iniciara a las 11 am para culminar con una misa a las 12 del día, posteriormente se estará llevando a cabo una verbena popular donde se estará proporcionando una comida para los asistentes. Todo esto en el marco del día de San Carlos Borromeo, patrono de este municipio.
Por su parte el DIF municipal Organiza la diversión para los asistentes con juegos mecánicos y algunos puestos de artículos varios como ropa, accesorios, juguetes etc, así como puestos de antojitos mexicanos. Por su parte los comités del pueblo organizan algunos eventos de carreras programadas para el día 2 de noviembre en ¨LA PIEDRA RACE TRACK¨ con música en vivo y mucha diversión todo ello dentro del marco de las mismas festividades.
San Carlos Borromeo; Era un noble de alta alcurnia. Su padre, el conde Gilberto Borromeo, se distinguió por su talento y sus virtudes. Su madre, Margarita, pertenecía a la noble rama milanesa de los Médicis. Un hermano menor de su madre llegó a ceñir la tiara pontificia con el nombre de Pío IV. Carlos era el segundo de los varones entre los seis hijos de una familia. Nació en el castillo de Arona, junto al lago Maggiore, el 2 de octubre de 1538. Desde los primeros años, dió muestras de gran seriedad y devoción. A los doce años, recibió la tonsura, y su tío, Julio Cesar Borromeo, le cedió la rica abadía benedictina de San Gracián y San Felino, en Arona, que desde tiempo atrás estaba en manos de la familia. Se dice que Carlos, aunque era tan joven, recordó a su padre que las rentas de ese beneficio pertenecían a los pobres y no podían ser aplicadas a gastos seculares, excepto lo que se emplease en educarle para llegar a ser, un día, digno ministro de la Iglesia. Después de estudiar el latín en Milán, el joven se trasladó a la Universidad de Pavía, donde estudió bajo la dirección de Francisco Alciati, quien más tarde sería promovido al cardenalato a petición del santo. Carlos tenía cierta dificultad de palabra y su inteligencia no era deslumbrante, de suerte que sus maestros le consideraban como un poco lento; sin embargo, el joven hizo grandes progresos en sus estudios. La dignidad y seriedad de su conducta hicieron de él un modelo de los jóvenes universitarios, que tenían la reputación de ser muy dados a los vicios. El conde Gilberto sólo daba a su hijo una parte mínima de las rentas de su abadía y, por las cartas de Carlos, vemos que atravesaba frecuentemente por periodos de verdadera penuria, pues su posición le obligaba a llevar un tren de vida de cierto lujo. A los veintidós años, cuando sus padres ya habían muerto, obtuvo el grado de doctor.