“A la violencia no le entramos”, dijo el delegado federal quien reapareció después de haber sido retenido toda la noche en la alcaldía de Ojinaga por un grupo opositor encapuchado, infiltrado entre agricultores manifestantes
“Nunca los métodos violentos serán la solución de los conflictos, y por ese mismo motivo a la violencia no le entramos”, dijo esta tarde el delegado federal de programas sociales de la Secretaría de Bienestar en el estado de Chihuahua, quien condenó la agresión física y verbal de que fue objeto por parte de enardecidos manifestantes que incendiaron tres camionetas propiedad del gobierno federal ayer en Ojinaga.
Al referirse a la crisis por la apertura de compuertas de la presa El Granero (Luis L. León, ubicada en el cauce del Río Conchos), para dar cumplimiento a la entrega de agua a Estados Unidos, según acuerdo binacional plasmado en el Tratado de 1944 entre ambos países, el delegado expresó su versión de lo que calificó como “momentos de gran tensión en la que estuvo en riesgo nuestras vidas”.
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“Acudimos a Ojinaga para participar en la mesa de diálogo con motivo del cumplimiento sobre la entrega de agua; la reunión fue para informarle a los agricultores y productores así como a la sociedad de Ojinaga que tienen garantizado el uso de agua para el ciclo 2020”.
“Durante la manifestación de productores agrícolas, lamentablemente en medio de esa protesta un grupo de choque se infiltró, nos agredió y nos amenazó, incendió las camionetas del gobierno federal y fuimos retenidos por la fuerza en la presidencia municipal hasta muy entrada la madrugada”.
El delegado mencionó exigió también que “el tema del agua no debe politizarse, que no se lucre políticamente”.
“echazamos la violencia generada ayer, y que puso en riesgo la vida de muchas personas, no solamente la mía, sino de muchas personas de Ojinaga y de otros funcionarios de los distintos órdenes de gobierno”.
“Actuamos de manera responsable, evitamos la provocación y el uso de la fuerza como una medida para la solución de este conflicto, pero también debo decir que actuaremos en el marco de la legalidad, con firmeza”.
Lo anterior en referencia a que como delegado no presentará denuncias por daños, sino que lo hará la Secretaría de Bienestar directamente. Ni tampoco mencionó si en lo personal presentaría cargos contra quien resulte responsable por las amenazas recibidas.
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“A la violencia no le entramos, nunca lo hemos hecho y jamás lo haremos, pero a la defensa de los intereses de México y del gobierno de López Obrador, sí”.
El pasado lunes autoridades federales de Conagua ordenaron con el uso de la Guardia Nacional, el incremento en el desfogue de la presa El Granero de 8 metros cúbicos a 22 metros cúbicos por segundo, y dar así cumplimiento a la entrega de agua al vecino país, lo que provocó la violenta manifestación de productores que terminó en actos vandálicos por decenas de jóvenes infiltrados, y encapuchados, según lo expresó el delegado Loera de la Rosa.
El Tratado de 1944 precisa que el gobierno de México deberá entregar a EU cada cinco años, un total de 2 mil 160 millones de metros cúbicos de agua, es decir, 432 millones por año.
La concesión para los productores agrícolas de ojinaga es de 110 millones de m3, de los cuales al día de hoy se han entregado más de 65 millones de m3. Los volúmenes que hay en la presa y lo que se tiene estimado entregar a EU, son suficientes incluso para mantener los niveles de cooperación y asegurar que El Granero siga trabajando en óptimas condiciones, dijo Loera.
Con la entrega de agua de la presa El Granero, México estaría cumpliendo su compromiso del Tratado.