Miles de personas protestaron contra los recortes en salud y educación e incendiaron parte de la sede del Congreso.
Guatemala.- Un grupo de unas mil personas ingresó ayer al Congreso y quemó parte de sus instalaciones en medio de protestas contra el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei y el Legislativo, por la aprobación de un presupuesto general para el próximo año que redujo fondos para la educación y salud.
La violencia tuvo lugar en momentos en que unas siete mil personas protestaban frente al Palacio Nacional.
De acuerdo con reportes de medios locales, durante los incidentes se registraron heridos e intoxicados por los gases lacrimógenos lanzados por la policía.
Alrededor de dos mil agentes de seguridad resguardaron las instalaciones del Congreso mientras la gente permaneció en la Plaza de la Constitución.
La protesta también fue contra la Corte Suprema de Justicia por tramitar el retiro de inmunidad a magistrados constitucionales.
Lo que desató la ira fue el manejo que se le dio a la discusión del presupuesto en el Congreso, que terminó aprobando unos 12 mil 700 millones de dólares la madrugada del miércoles.
El presupuesto aprobado por 116 de 160 diputados en el Congreso, entre diputados oficialistas y aliados, redujo dinero en temas para la atención primaria a pacientes de covid-19, educación, lucha por los derechos humanos, la atención a nutrición, entre otros. En contraste, fortaleció ministerios como Infraestructura y Vivienda que en gobiernos anteriores han sido botín de la corrupción.
Exigieron vetar el presupuesto, transparencia en el gasto público y control a los diputados, varios de ellos señalados de corrupción.
En redes sociales varias fotografías muestran a guatemaltecos en Argentina o Alemania frente a las sedes diplomáticas de Guatemala en esos países uniéndose a la protesta.
En 2015 diversos sectores de la sociedad guatemalteca salieron a las calles de forma pacífica en rechazo a las denuncias de corrupción en el gobierno del general Otto Pérez Molina. Las protestas llevaron a la renuncia del mandatario, de su vicepresidenta Roxana Baldetti y de los miembros de su gabinete. Tanto el exmandatario como Baldetti están presos a la espera de juicios por varios casos de corrupción.