HERMANOS ACUSADOS DEL ASESINATO DE MIGRANTES CERCA DE SIERRA BLANCA QUEDAN EN LIBERTAD BAJO FIANZA
>Las autoridades dijeron que un hombre murió en el tiroteo y una mujer resultó herida después de recibir un disparo en el estómago.
Los dos hermanos acusados la semana pasada en un tiroteo que le costó la vida a una persona y dejó a otra herida cerca de Sierra Blanca fueron liberados de la cárcel del condado de Hudspeth el lunes por la noche con una fianza de $250,000 cada uno, afirmó la oficina del alguacil del condado.
Según las autoridades, Mike y Mark Sheppard, ambos enfrentando cargos de homicidio involuntario por el tiroteo del 27 de septiembre, se encontraron con un grupo de 13 migrantes en un camino rural al sur de la Interestatal 10 alrededor de las 7 p.m., detuvieron su camioneta y luego comenzaron a disparar contra el grupo.
Los migrantes, que se habían detenido a beber agua en una represa, les dijeron a los investigadores que uno de los hombres les gritó obscenidades y aceleró el motor del camión antes de abrir fuego, según una declaración jurada de arresto. Mientras tanto, los hermanos luego explicaron a las autoridades que estaban en el área cazando, aunque los investigadores dijeron que uno de los hermanos cambió los detalles de su versión varias veces.
Las autoridades dijeron que un hombre murió en el tiroteo y una mujer resultó herida después de recibir un disparo en el estómago. Varios medios de comunicación confirmaron que se identificó al hombre que falleció como Jesús Iván Sepúlveda de 22 años y la mujer lesionada como Berenice Casias Carrillo.
Sus familias estuvieron en Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera con El Paso, esta semana, exigiendo justicia por el tiroteo.
“Estoy pidiendo a las autoridades, mexicanas y estadounidenses, que trabajen juntas y metan a estos hombres en la cárcel”, señaló Napoleón Sepúlveda, padre de Jesús, en una entrevista con El Paso Matters. “Eso no va a devolverle la vida a mi hijo. Yo sé eso. Pero no quiero que otras personas sufran como nosotros sufrimos”.
Los hermanos Sheppard fueron transferidos de la cárcel del condado de El Paso el lunes antes de salir de la cárcel del condado de Hudspeth más tarde esa noche.
Según el El Paso Times, los hermanos fueron arrestados nuevamente el martes y ahora enfrentan cargos adicionales de asalto agravado con un arma mortal.
Los funcionarios siguen guardando silencio sobre los detalles del caso, citando una investigación en curso.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas, que dirige la investigación, no respondió a más preguntas sobre el tiroteo. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE. UU. expuso la semana pasada que la mujer que resultó herida estaba en “condición estable” y recuperándose en un hospital de El Paso, pero la agencia no ha hecho más comentarios.
Como informó el Texas Tribune, la agencia también sugirió que podrían presentarse cargos adicionales contra los hermanos, diciendo que ICE continuaría investigando el caso y “presentará cargos estatales por asesinato y cualquier otro posible delito federal”. La representante federal Veronica Escobar ha dicho que le está pidiendo al Departamento de Justicia que investigue el tiroteo como un crimen de odio.
Thomas Neeley, el principal funcionario electo del condado de Hudspeth, le confirmó a Marfa Public Radio que Mark Sheppard ha sido empleado de la cárcel del condado, aunque su situación laboral sigue sin estar clara. La oficina del alguacil del condado se negó a comentar si Sheppard todavía está empleado en la cárcel.
Hasta el momento de su arresto, Mike Sheppard era el director del centro de detención del oeste de texas, una prisión federal cercana que es administrada por la empresa LaSalle Corrections que solía albergar a migrantes detenidos para el gobierno federal y ha sido objeto de acusaciones de abuso grave en años recientes.
Según la declaración jurada de arresto en el caso, las autoridades creen que Mike Shepard, el ex director de la prisión, fue quien disparó a los migrantes. La matanza causó indignación entre los grupos de derechos de los migrantes, y algunos relacionan el tiroteo con lo que han descrito con una peligrosa retórica política anti-migrante.
El estado de la causa penal contra los hermanos sigue sin estar claro. La oficina del secretario del condado de Hudspeth afirmó el lunes por la tarde que aún no había recibido ningún documento y que no había registrado formalmente ningún caso contra los hermanos. La Oficina del Fiscal del Distrito de El Paso, que procesaría el caso, indicó el miércoles que la policía aún no había presentado a la oficina un caso para procesar.
Arvin West, el alguacil del condado de Hudspeth, no ha devuelto varias llamadas solicitando una actualización del caso, aunque West inicialmente le dijo a KVIA en El Paso que se “mantendría alejado de la investigación”.
Neely, juez del condado de Hudspeth, confesó en una entrevista estar “conmocionado” por el tiroteo.
“Lo primero que me vino a la mente fue que cualquiera que haya ocupado un puesto que él debería tener más criterio”, dijo.
Neely agregó que no conocía bien a Mike Sheppard, aunque había asistido a varias reuniones con él sobre un problema local que es la escasez de agua que en ocasiones ha afectado a la prisión.
“Creo que casi todos los que conocieron al hombre están realmente asombrados de que haya usado un juicio tan pobre”, agregó.
Neely comentó que no había recibido nuevos detalles sobre la investigación más allá de lo que ya se informó en las noticias.
Bill Addington, un residente de Sierra Blanca, activista y crítico de la prisión local, aclaró que no conocía muy bien a ninguno de los hermanos, pero interactuaba con Mark Sheppard regularmente en un evento semanal de banco de alimentos.
Addington precisó que se sabía que Sheppard se enojaba con las personas que hablaban español a su alrededor, y que recientemente había visto que eso sucedía en el banco de alimentos.
“Estamos hablando español, y él nos grita que no hablemos español frente a él, como si estuviéramos hablando de él o algo así”, aseguró. “Dije que no estamos hablando de ti, hombre, y que podemos hablar español todo lo que queramos”.
Neely señaló que nunca había “escuchado ni tenido ningún indicio de que fueran personas terriblemente racistas o algo por el estilo”.
Addington concluyó que estaba indignado por el tiroteo.
“Esto me está haciendo enojar”, reiteró. “Esto está mal, mal, mal.”
mpr