Dos miembros de la policía de Roy City, Utah, respondieron a la llamada del encargado de una tienda, en una gasolinera, que reportó a un hombre que actuaba de manera sospechosa dentro del establecimiento.
Al llegar al lugar, los oficiales detuvieron a Nicolás Sánchez, de 38 años, a quien le pidieron acercarse a ellos pero él se negó, lo que le valió una docena de disparos por parte de uno de los policías.
A pesar de que el hecho sucedió el pasado 21 de febrero, las imágenes, grabadas con la cámara del oficial, fue filtrado apenas hace unos días.
En el video se puede observar cómo uno de los oficiales le dice a Sánchez que lo han reportado, sin embargo el hombre insiste en que no ha hecho nada y se niega a acercarse a los policías permaneciendo junto a la puerta del establecimiento.
“De verdad, ¿qué quieres hablar conmigo?”, dice Nicolás Sánchez poco antes de correr y ser perseguido por ambos policías, mientras el que graba comienza a disparar y continúa disparando a pesar de que el cuerpo de Sánchez ya está en el suelo.
En entrevista con el diario The Guardian, la familia de Nicolás Sánchez argumenta que fue asesinado a “sangre fría” y que no hay justificación alguna para esa clase de trato. “No tiene sentido que le hayan disparado tantas veces”, dice una amiga de la familia.
Por su parte, la policía de Utah ha dicho que los policías “temían que Sánchez tuviera una arma en los bolsillos”. Además, justificó que es razonable que en estos casos los oficiales “utilicen fuerza dura”.
Sin embargo su familia insiste en que las autoridades “quieren hacerlo parecer una mala persona” por no haber cooperado con la policía.