La Oficina del Sheriff del Condado de Terrell recibió una llamada al 911 de dos extranjeros ilegales que resultaron heridos, sin comida y agua, y muy fríos.
Un ayudante y un agente de la patrulla fronteriza de los Estados Unidos respondieron a la zona donde se trianguló la llamada y se encontraron con los que solicitaron el apoyo siendo trasladados y asistidos.
Posteriormente serían trasladados a una estación de migración para que inicien su proceso de deportación.