Manipulan la mano de obra inmigrante.
El Paso, Tx.– No son los inmigrantes mexicanos, sino los contratistas estadounidenses quienes fomentan el mercado negro de mano de obra migrante, afirma un estudio binacional reciente.
Estos contratistas le dan la vuelta a reglamentos, en ocasiones exagerando la escasez laboral en ciertas industrias, y en otras ejerciendo control indebido sobre el trabajador, bajo la amenaza de no respaldar la renovación de su visa de trabajo, señala el estudio y activistas laborales de El Paso.
El reporte “Frontera común, futuro compartido: Un plan para regular la movilidad laboral entre Estados Unidos y México”, del Centro para el Desarrollo Global, también propone soluciones para acabar con este mercado negro laboral y asegurarse de que no haya sobreoferta de mano de obra que mantenga bajos los salarios estadounidenses.
El documento es una creación de un grupo presidido por el ex secretario de Comercio estadounidense Carlos Gutiérrez, y el ex presidente de México, Ernesto Zedillo.
Casos locales
El pasado 27 de junio en Deming, Nuevo México, se emitió una convocatoria para 275 trabajadores agricultores que participaran en la pisca de chile y cebolla.
La pisca de chile se realizaría en una región que incluye El Paso, Las Cruces, Deming y condados del Sur de Nuevo México.
El pago mínimo para estos trabajadores sería de 11.20 dólares la hora por una jornada de tiempo completo (48 horas) durante el 75 por ciento de la temporada de pisca (hasta finales de agosto). Como parte de la compensación, los contratistas ofrecían alojamiento gratuito en la zona señalada.
El empleador se comprometía a pagar 13.50 dólares por caja de cebolla y 95 centavos por caja de chile. La solicitud de búsqueda de empleados se sometió ante el Departamento del Trabajo federal el 28 de abril, a través de una contratista.
Sin embargo, varias presuntas irregularidades de esta oferta laboral llamaron la atención de Carlos Marentes, director del Centro de los Trabajadores Agrícolas Fronterizos, y que es lo que el documento antes mencionado busca remediar.
“Para comenzar, la contratista en la solicitud de empleados pedía 275 agricultores, pero solicitaba a las autoridades que a 73 de ellos se les debería emitir una visa H-2A”, explicó Marentes.