Prohíben a mujer rarámuri entrar a un bar en Ciudad Juárez
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Por seguridad de ella no la podemos ingresar porque trae huaraches, por si se cae algo, o tiene algún accidente”. Esas fueron las palabras que utilizó un empleado del bar Kentucky, en Chihuahua, para impedirle el paso a la indígena rarámuri Rosalinda Guadalajara.
En respuesta a la situación discriminatoria que enfrentó el pasado viernes 25, la afectada hizo la denuncia en medios locales y posteriormente subió un video a las redes sociales para explicar los hechos en detalle.
“Bienvenidos al mundo de los rarámuris: eso es lo que enfrentamos todos los días”, manifestó la gobernadora indígena.
En el video, la mujer indígena detalló que el viernes 25 llegó al bar Kentucky acompañada de algunos empleados de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pero cuando se disponían a entrar, dos guardias del establecimiento les impidieron el acceso. El lugar está “abarrotado”, argumentaron éstos.
Los trabajadores de la dependencia solicitaron hablar con el gerente del lugar, por lo que personal administrativo del Kentucky salió para explicar “la verdadera razón” por la que Rosalinda no podía ingresar: llevaba huaraches y querían evitar que sufriera algún accidente. Y mientras decían eso, miraban fijamente su vestimenta.
“Yo me quedé pensando: en tiempo de calor, ¿cómo puede ser que sí entran muchas personas con huaraches?”, comentó Guadalajara, quien luego dijo a sus acompañantes que no iban a entrar, y la razón era ella. “¿Pero qué les costaba decirme que no puedo ingresar porque soy Tarahumara, en vez de ponernos tantas trabas?”, expresó.
“Los mexicanos nos quejamos de (Donald) Trump y aquí no nos hemos puesto a analizar si hay discriminación o no. Con esto, ahora todo el mundo se da cuenta que sí, que hasta entre mexicanos mismos nos discriminamos”, subrayó.
El bar ubicado en la avenida Juárez, en una zona céntrica de Chihuahua, fue “suspendido” por elementos de la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco).
El acto fue encabezado por el subdelegado de la dependencia, Iván Lara Rendón, quien en la entrada del establecimiento colocó sellos con la leyenda: “Nos reservamos el derecho de admisión”.
No obstante, el lugar sigue operando de manera regular, ya que se trató de una sanción administrativa y sólo se otorgó una llamada de atención.