PRESIDIO — En la reunión del jueves pasado, Patricia Runyan y el Director de Obras Públicas, César Leyva, informaron al Distrito de Desarrollo Municipal de Presidio (PMDD) sobre la construcción en curso en Daly Park. Originalmente, la construcción estaba programada para terminar en diciembre, pero la Fundación AARP, que seleccionó a Presidio como receptor de la subvención, permitió una extensión de seis meses para terminar el proyecto.
La transformación del parque fue originalmente una creación del exdirector ejecutivo del PMDD, Jeran Stephens, quien imaginó un futuro para el espacio como un centro cultural. “Es un espacio orientado a la familia, debería ser mejor y más accesible”, dijo en una reunión en junio del año pasado.
Presidio recibió una subvención de $31,075 para las mejoras del parque, que incluyeron una estructura de banda renovada, nuevo equipo de juegos, un espacio de entrenamiento para adultos y un mural del artista Ramón Deanda. Stephens esperaba que el espacio musical mejorado y la pista de baile atrajeran más programación musical, incluido un espacio para Presidio durante el Festival anual Viva Big Bend.
A partir de la reunión de la semana pasada, había un saldo de $8,000 aún por gastar. Runyan, quien había sido designado para supervisar el proyecto como administrador de subvenciones, ayudó a guiar una discusión sobre cómo se debería desembolsar el dinero.
Advirtió a la junta de PMDD que no se desviara demasiado de la solicitud de subvención original, que se enfocaba en mejorar la experiencia del parque para personas mayores y niños. “[AARP] preferiría que el dinero restante se gastara en el espíritu original del trabajo”, dijo. “Ve al parque, finge que tienes 10 años e imagina cuál sería el mejor uso de ese dinero”.
Runyan se interesó en el proyecto debido a su herencia como presidente de cuarta generación y descendiente directo del homónimo del parque, Fernando Daly, el primer presidente en servir en el ejército de los Estados Unidos. Tanto el parque como una calle cercana llevan su nombre, en honor a su servicio como soldado de caballería en Francia durante la Primera Guerra Mundial.
Gracias al arduo trabajo del Director de Obras Públicas, César Leyva, y su equipo, no se necesitaron contratistas externos para terminar el proyecto. La ayuda de la Ciudad de Presidio ayudó a estirar el presupuesto de la subvención para abordar la mayor cantidad de inquietudes posible.
Uno de sus mayores desafíos ha sido hacer que el parque sea más accesible para las personas con discapacidades, incluido un columpio que puede acomodar a los usuarios en sillas de ruedas. A pesar del alto precio, Leyva y Runyan sintieron que esas actualizaciones valieron la pena en el espíritu de inclusión. “Para cualquiera que pueda usar eso, será una oportunidad extraordinaria”, dijo Runyan.
Un próximo paso importante en el proceso incluirá la recopilación de comentarios de la comunidad. El grupo acordó reunirse en privado para recorrer el parque y establecer un ayuntamiento donde los miembros de la comunidad puedan hacer sugerencias sobre a qué les gustaría que se destinara el dinero restante de la subvención, y cuáles serán sus visiones para el espacio.
Como alguien cuyos propios recuerdos del parque abarcan generaciones, a Runyan le apasionaba planificar el futuro a largo plazo del parque. “Un plan maestro es esencial”, dijo. “¿Qué va a necesitar el parque para ser verdaderamente viable?”