MIDLAND TEXAS.- Hace unos días comenzó a circular la fotografía del cuerpo del migrante salvadoreño Óscar Martínez y de su pequeña hija Valeria, de 1 año y 11 meses, quienes terminaron ahogados en el río Bravo al intentar cruzar a Estados Unidos.
Todo comenzó cuando Óscar, su esposa, Tania Vanessa, y su hija llegaron a Matamoros, Tamaulipas, durante la semana pasada. De acuerdo con El País, tomaron la decisión de cruzar el río debido a la larga lista de espera para ser atendidos por la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. La mamá de Valeria contó que su esposo cruzó primero con su hija hasta la orilla. Tras llegar, dejó a la pequeña sobre el suelo firme, tras lo cual regresó para ir por ella. No obstante, cuando llegó a donde estaba, ambos vieron cómo la pequeña se lanzó hacia el agua. Al hacer esto la corriente comenzó a llevarla y les dijo adiós.
Al instante, el padre fue detrás de la niña y logró agarrarla. Para no perderla en la corriente la metió en su camiseta; sin embargo, ya no los volvieron a ver con vida. La mujer alertó a la gente que estaba en el lugar, tras lo cual acudieron fuerzas de seguridad de Matamoros, quienes emprendieron un operativo para hallarlos.
Al caer la noche se suspendió la búsqueda, y a la mañana siguiente se hallaron los cuerpos a 500 metros de donde fueron vistos por última vez.
Óscar tenía 25 años y trabajaba en una pizzería, mientras que Tania era cajera en un restaurante de comida china. El 3 de abril salieron de San Martín, El Salvador, con su hija, y llegaron a un albergue para migrantes en Tapachula, México. Estuvieron dos meses en el refugio y el 23 de junio emprendieron el camino para ir al río Bravo, que pretendían cruzar para tener una mejor calidad de vida.
Cuenta la familia que ya les habían advertido sobre el peligro de ir a Estados Unidos como inmigrantes; no obstante, confirmaron que la pobreza los obligó a emprender el viaje.
Además, detallaron que el plan de la pareja al llegar a Estados Unidos era entregarse a las autoridades migratorias con la esperanza de que les otorgaran permiso para estar en el país.