EL PASO, TEXAS. – El certificado de nacimiento de Jaime Venegas dice en letras claras que el lugar donde nació fue El Paso, Texas. Venegas, de 36 años, vivió la mayor parte de su vida sin que nadie cuestionara que es un ciudadano legítimo de Estados Unidos.
Pero en 2014, cuando el joven de origen mexicano llenó el formulario del Departamento de Estado para obtener su pasaporte estadounidense, el organismo federal denegó su solicitud señalando que no tenía pruebas suficientes para demostrar que había nacido en el país. En 2017 hizo el mismo trámite con iguales resultados.
“Fue la primera vez que pusieron en tela de juicio mi ciudadanía”, dice a Noticias Telemundo.
El mismo certificado de nacimiento especifica, un poco más abajo, la forma en la que ocurrió su alumbramiento: una partera fue la encargada de atender a su mamá.
Esta opción particular —a la que recurrieron con frecuencia muchas madres para esquivar los altos costos de los hospitales en el país— hizo que durante la última década el gobierno federal dudara de la autenticidad de los documentos de nacimiento de cientos de personas nacidas con ayuda de parteras.
El gobierno estadounidense asegura que entre la década de 1950 y 1990 estas mujeres, ayudadas por doctores, prepararon documentos falsos para cobrar dinero a las familias de bebés que en realidad habían nacido en el lado mexicano. El escándalo de las falsificaciones tuvo como epicentro la zona de la frontera que separa a México de Texas, concretamente el área del Valle del Río Grande.
Pero Venegas y su madre, Patricia Barrozo, aseguran que este no es su caso. Por eso en agosto de 2019 presentaron una demanda contra el Departamento de Estado, exigiéndole que lo reconozca como ciudadano y le otorgue un pasaporte para poder salir del país cuando lo desee.
“Más que nada, me siento frustrado porque me gustaría viajar, visitar otros lugares y a mi familia en México, donde están mis raíces”, lamenta el joven, quien actualmente vive en Colorado.
La demanda, presentada a través de dos abogados de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), también exige que se le reembolse el dinero gastado en las dos gestiones infértiles para obtener el documento de viaje, así como “cualquier otra reparación adicional que el Tribunal considere necesaria y adecuada”.
“Se le podría prohibir el derecho a votar”
Aunque se presentó en agosto de 2019, la queja legal fue dada a conocer esta semana. Según el documento —en el que se menciona al secretario de Estado, Mike Pompeo— Venegas nació en 1984 en la ciudad de Socorro, a unas seis millas (10km) de la frontera.
La demanda dice que el Departamento de Estado se ha negado a reconocer a Venegas como ciudadano a pesar de haber presentado pruebas que lo demuestran. Su certificado de nacimiento fue expedido por la Oficina de Estadísticas Vitales del Departamento de Salud de Texas.
Después de su nacimiento, Venegas vivió en Juárez, México, hasta la edad de 16 años. Luego se mudó a El Paso, donde completó la escuela secundaria. En 2005, se instaló en Colorado, donde trabaja como herrero y opera un pequeño negocio privado.
A Mark Silverstein, uno de los abogados que representa al joven, no le parece que haya coherencia en la negativa del gobierno.
“Jaime Venegas ha votado. Su madre obtuvo la ciudadanía a través de él. Su esposa y dos hijos son ciudadanos. Nunca le fue cuestionada su ciudadanía hasta que aplicó para el pasaporte, así que eso no lo ha hecho sentir bien”, explica a un noticiero local.
Su cliente, dice, ha presentado pruebas suficientes certificadas por el estado de Texas que demuestran dónde nació, como registros médicos e historiales de vacunas dispensadas por unidades de salud de El Paso.
El abogado tiene otra inquietud: “La negación de un pasaporte es una cosa, pero cuando se cuestiona la ciudadanía de una persona también se le puede prohibir el derecho a votar”.