MIAMI.-Durante un discurso en el estado con la mayor comunidad de venezolanos en Estados Unidos, el presidente Donald Trump auguró el lunes que “un nuevo día vendrá a América Latina”, mientras trataba de aglutinar apoyo para el líder opositor Juan Guaidó.
En el discurso pronunciado en la Universidad Internacional de Florida con grandes banderas de Estados Unidos y Venezuela como fondo, Trump dijo que Washington respalda a Guaidó, al que reconoce como el presidente legítimo del país, y condena al gobierno del mandatario Nicolás Maduro y sus políticas socialistas.
Trump también exhortó públicamente a las fuerzas armadas de Venezuela a que respalden al gobierno de Guaidó. Los militares venezolanos podrían desempeñar un papel decisivo en la solución de este estancamiento, pero en gran medida se han mantenido leales a Maduro.
Trump les advirtió que, si siguen respaldando a Maduro, “no encontrarán puerto seguro, ni una salida fácil ni forma de escapar. Lo perderán todo”.
“Queremos una transición pacífica del poder, pero todas las opciones están sobre la mesa”, agregó.
Las fuerzas armadas han impedido la entrada de toneladas de ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos en días recientes a la frontera de Colombia con Venezuela. La finalidad de los envíos es, en parte, poner de relieve la hiperinflación y la escasez de alimentos y medicinas que afectan a Venezuela. Trump dijo que Maduro “preferiría ver a su pueblo morirse de hambre que darle ayuda”.
En declaraciones difundidas por la televisión estatal, Maduro acusó al mandatario estadounidense de hablar “casi al estilo nazi”, y lo criticó por pensar que puede darles órdenes a las fuerzas armadas venezolanas.
“¿Quién es el comandante en jefe de la Fuerza Armada? ¿Donald Trump desde Miami?”, afirmó Maduro. “Se creen dueños del país”.
Los críticos afirman que la reelección de Maduro el año pasado fue fraudulenta, por lo que su segundo mandato es ilegal.
La lucha por el poder en Venezuela se encamina a un enfrentamiento potencialmente violento el sábado, cuando Guaidó intentará cruzar la ayuda humanitaria de Colombia a Venezuela. Maduro niega que exista una crisis humanitaria, y culpa al gobierno de Trump de organizar un golpe de Estado en su contra.
Más de dos millones de venezolanos han salido del país en los últimos dos años, la mayoría hacia Colombia, Brasil y Perú. Los que se quedaron pasan apuros para poder adquirir alimentos y medicinas debido a la enorme inflación.
Maduro tiene el respaldo de Rusia, China y Turquía. Por su parte, Guaidó ha obtenido el reconocimiento de docenas de líderes en Latinoamérica y Europa, que exigen convoque a nuevas elecciones o renuncie.
Hasta ahora, Maduro no ha cedido. En una entrevista reciente con The Associated Press, dijo que Venezuela está lista para repuntar económicamente una vez que Trump retire su “mano infectada” del país.
Trump exhortó a los militares venezolanos a que acepten la oferta de amnistía que les hizo Guaidó y se abstengan de actuar con violencia contra quienes se oponen al gobierno de Maduro. También elogió al pueblo venezolano: “Le están dando la vuelta a la página de la dictadura y no habrá retorno”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo horas antes el lunes que Estados Unidos “sabe dónde tienen dinero oculto los oficiales militares y sus familias en todo el mundo”.
En el sur de Florida viven más de 100.000 venezolanos y venezolanos-estadounidenses, la mayor concentración en el país.
Trump también intentó marcar un contraste con las políticas de los demócratas progresistas, a los que llama “socialistas”, mientras se prepara para buscar la reelección.
El mandatario dijo que “el socialismo ha devastado tanto” a Venezuela “que incluso las mayores reservas de petróleo en el mundo son insuficientes para mantener encendidas las luces”. Y agregó: “Esto nunca nos pasará a nosotros”.
“El socialismo promete prosperidad, pero entrega pobreza”, afirmó.
Trump fue presentado por la primera dama Melania Trump y estuvo acompañado por el secretario de Comercio Wilbur Ross, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y los senadores Marco Rubio y Rick Scott, abiertos críticos del gobierno de Maduro. Trump habló también de los gobiernos socialistas en Cuba y Nicaragua, países que tienen grandes comunidades de expatriados en el área de Miami.
“El socialismo está muriendo, y la libertad, la prosperidad y la democracia están renaciendo” en todo el hemisferio, afirmó Trump, expresando su esperanza de que pronto “este se convertirá en el primer hemisferio libre en toda la historia humana”.
En Cuba, el canciller Bruno Rodríguez tuiteó que consideraba “ofensivo” el discurso de Trump y que este “confirma la amenaza de una agresión militar contra Venezuela”.
“La ayuda humanitaria es un pretexto para una guerra”, agregó.
Poco después de que Trump finalizó su discurso, tuiteó: “Le pido a cada integrante del régimen de Maduro: Pongan fin a esta pesadilla de pobreza, hambre y muerte. Dejen libre a su pueblo. ¡Liberen a su país! Ahora es el momento para que todos los patriotas venezolanos actúen juntos, como un pueblo unido. ¡Nada podría ser mejor para el futuro de Venezuela!”
Guaidó se dirigió a la multitud en un video pregrabado publicado por la Casa Blanca y le agradeció a Trump y al estado de Florida por su apoyo.
El autoproclamado presidente encargado dijo en español que Venezuela se debate “entre la democracia y la dictadura, entre la vida y la muerte”, y hoy la lucha es existencial.
Trump dijo que Estados Unidos está “profundamente agradecido” con los disidentes y exiliados que han protestado y que han hecho sonar la alarma en torno a las acciones del gobierno de Maduro. Pero Washington también ha sido criticado de no hacer lo suficiente para conceder asilo a los que huyen de Venezuela.
“El presidente Trump tiene dos caras en lo que respecta a la cuestión de Venezuela”, dijo Terrie Rizzo, presidenta del Partido Demócrata en Florida. “Habla de combatir al régimen de Maduro, pero su gobierno sigue deportando y deteniendo a los venezolanos que huyen de la represión del régimen”.