Los analistas económicos se mostraron más preocupados por las presiones inflacionarias y elevaron sus pronósticos para el presente año y 2022, por lo que también esperan un mayor aumento en la tasa de interés de referencia del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con la ‘Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado’ correspondiente a octubre, que realiza el banco central, se prevé que al cierre del presente año la inflación se ubicará en 6.63 por ciento, por arriba del pronóstico anterior de 6.28 por ciento. Esta inflación es más del doble de la reportada en 2020, de 3.15 por ciento, y además sería su mayor nivel desde 2017, cuando se situó en 6.77 por ciento.
El pronóstico para la inflación subyacente se elevó de 5.08 a 5.30 por ciento para el presente año, según el sondeo realizado entre los distintos grupos de análisis.
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El PIB de México llevaba cuatro trimestres consecutivos con ganancias.
La expectativa para 2022 se elevó de 3.80 a 3.84 por ciento para el índice general, y de 3.72 a 3.83 por ciento para el índice subyacente.
Ernesto O’Farril, presidente de Grupo Bursámétrica, señaló que las presiones en la inflación son un fenómeno global y no es exclusivo de México, aunque indicó que hay elementos internos que la están retroalimentando y pueden hacer que sea más permanente.
Estimó que hasta marzo o abril de 2022 se van a comenzar a observar menores niveles inflacionarios, y en el corto plazo se registrará una presión muy fuerte por parte de los energéticos.
Apuntó que el aumento en las expectativas justifica la tendencia al alza en la tasa de interés de referencia del Banco de México, lo cual podría tener implicaciones sobre el consumo.
Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa, señaló que la inflación subyacente se ha elevado notablemente y es la que debería preocupar. “La inflación subyacente sigue al alza y es una mala noticia, porque sugiere presiones inflacionarias futuras”, dijo.
Consideró que la actual coyuntura es muy complicada para el Banco de México, ya que por un lado la inflación y las expectativas se mantienen al alza, lo que alimenta las expectativas de que la tasa de referencia seguirá subiendo, pero por otro lado está la contracción en la actividad económica.
“La tasa de política monetaria debe seguir aumentando, aun no se sabe a qué nivel; va a depender del diagnóstico de inflación, de crecimiento económico y de los choques de oferta”, agregó.
Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, dijo que si bien la inflación está en niveles elevados, todavía es controlable, pero lo malo es que se combina con un estancamiento económico, por lo que se podría decir que México está atravesando por una leve estanflación.
Estimó que la inflación va a comenzar a ceder el próximo año, pero niveles inferiores al 4.0 por ciento se verán hasta el 2023.
Los analistas consultados por Banxico recortaron el pronóstico de crecimiento para este año, de 6.2 por ciento de la encuesta anterior, a 6.0 por ciento, y para 2022 bajó de 3.0 a 2.9 por ciento.
Por el contrario, elevaron el pronóstico para el nivel de la tasa de interés de fondeo, de 5.0 a 5.25 por ciento para 2021, y para 2022 la expectativa pasó de 5.5 a 6.0 por ciento.
También avizoran un mayor nivel para el tipo de cambio; la previsión para el cierre de año pasó de 20.30 pesos en la encuesta anterior, a 20.43 por ciento en el último sondeo. Para el próximo año se elevó de 20.99 a 21.02 pesos.