De acuerdo con testimonios, los cárteles obligan a los reclutados a trabajar en sembradíos de amapola o como sicarios
CIUDAD DE MÉXICO— Abel Barrera Hernández, presidente del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, urgió a que autoridades federales y estatales investiguen y detengan a los integrantes de cárteles que secuestran a jóvenes para sembrar droga en la sierra de Guerrero.
Grupo Reforma publicó la denuncia de un estudiante de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) que en marzo de 2019 fue plagiado en Iguala por un grupo armado y durante seis meses fue obligado por narcotraficantes a sembrar amapola.
Barrera señaló que el Gobierno tiene información sobre estas acciones de los cárteles que actúan con toda impunidad en zonas de muy alta marginación y pobreza.
«Lo que pasa es que el Gobierno es el que permite que la delincuencia realice este tipo de atrocidades, como es la de esclavizar a jóvenes para que hagan trabajos de siembra, trasiego, sicarios y de halconeo», dijo.
El activista recordó que Tlachinollan documentó varios casos de jóvenes que fueron obligados a reclutarse en el narco en Guerrero y en Estados del norte del País.
Refirió la historia de un joven de Tlapa que tuvo un final trágico.
De acuerdo con Barrera, un indígena de Tlapa que se fue a trabajar a los campos agrícolas en Guanajuato fue secuestrado por un grupo armado, el cual lo obligó a sembrar droga y luego a ser sicario.
Meses después, relató, el muchacho murió durante un enfrentamiento a balazos.
Barrera afirmó que hay muchas de estas historias en Guerrero, sobre todo en zonas marginadas, como La Montaña, Tierra Caliente y Costa Grande, donde las organizaciones criminales obligan a los jóvenes a formar parte de sus filas.
Por su parte, el Gobernador Héctor Astudillo dijo que ojalá que el joven que fue secuestrado y reclutado presente la denuncia ante la Fiscalía de Guerrero para que se inicie una carpeta de investigación.
«Vale la pena mencionar que el precio de la amapola se ha caído, la producción está a menos de la mitad de lo que estaba antes», sostuvo.
Lo que ha aumentado en Guerrero, afirmó, es la producción de mariguana.
El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno, no descartó que existan casos de jóvenes que son reclutados por cárteles para sembrar estupefacientes.
«Pero en este organismo no tenemos ningún caso registrado y no sé si haya casos en la Fiscalía», aseveró.