Queridos lectores, hoy más que siempre los ciudadanos estamos llamados a plantear opiniones y argumentos sólidos en torno a los temas de interés general. Participar del debate implica tomar posturas, procurando estar siempre del lado de la verdad, la justicia, el diálogo y la unidad, valores y virtudes todas de un ciudadano comprometido.
Al inaugurar este espacio de opinión he querido compartirles mi postura respecto de las modificaciones en la dinámica que el Poder Judicial presenta hoy día, derivado de las reformas aprobadas por el Poder Legislativo para someter al voto popular la elección de jueces, ministros y magistrados, así como otros cargos de primer nivel en la impartición de justicia.
Hace poco más de cuatro semanas fue emitida la convocatoria para la aplicación de perfiles a los cargos del Poder Judicial y el Consejo de la Judicatura, en donde abogados experimentados o nuevas promesas de las leyes tuvieron oportunidad de postularse para participar de las distintas fases del selectivo reglamentario que va desde la revisión de documentos hasta la validación de experiencia, pasando por una tómbola que es el momento más cuestionado por el factor del azar, que toma relevancia en donde todo debería ser resultado de la certeza y el razonamiento jurídico.
Ojinaga como todos los municipios en el estado de Chihuahua, levantó la mano para proponer a sus más experimentados representantes del Poder Judicial, motivo por el que nos congratulamos, pues nuestra frontera tomar parte en este momento histórico de la justicia mexicana.
Desde este espacio quiero hacer un llamado a la unidad ciudadana; celebramos las postulaciones de diversas figuras públicas para ocupar los cargos en juego, y reconocemos lo que cada una de ellas ha aportado a nuestro municipio; habremos de cerrar filas en torno a la verdad y la justicia como pilares de la Democracia, y eso deberá primar por encima de filias y fobias, de admiración o sentimientos de carácter personal.
Como ciudadanos estamos llamados a elegir a nuestros actores públicos con la mayor convicción del bien común. Pongamos en primer sitio los puentes que hemos tendido previamente, las alianzas estratégicas trazadas para llevar a buen término proyectos en beneficio de las familias ojinaguenses.
La división de poderes hoy está cien por ciento en manos de los ciudadanos, y debemos ser nosotros quienes marquemos los límites entre cada uno, todo en búsqueda de su sano entendimiento y funcionamiento.
Trabajemos desde la unidad sin fronteras, reconociendo los avances colectivos y comunes que registramos ya en las páginas de un nuevo presente para Ojinaga.