El presente ha puesto frente a nosotros nuevos retos que requieren de toda nuestra voluntad para sumar herramientas que nos permitan salir adelante.

La evolución del género humano se ha dado gracias a los retos que la vida nos ha puesto desde la aparición de las primeras civilización, aún más, desde la aparición de los primeros homínidos.

Los tiempos que habitamos son superiores en retos y en resultados obtenidos; sí hay más posibilidades tecnológicas, pero también hay nuevas dificultades, de mayores proporciones.

Una lectura clara del presente nos permitirá reconocer cuáles son los retos que hoy requieren de nuestra total disposición para su urgente solución; avanzar y nunca desfallecer.

El medioambiente y el contexto
socio-ecológico son territorios en que los retos se hacen presentes en mayor medida; las energías, los recursos naturales, la producción de alimentos, el deterioro del tejido social, nuevas expresiones de odio y represión, así como el inminente desgaste de la tierra, los bosques y mantos acuíferos.

En las últimas semanas nuestro municipio presentó dificultades para abastecerse de agua en diversas colonias a las afueras de la ciudad. Derivado de afectaciones en la red eléctrica, algunos pozos sufrieron severos estragos en el sistema de bombeo.

 

Esto ha representado un reto de grandes proporciones para todos, tanto trabajadores del sector hídrico, como para las familias ojinaguenses.

Lo primero sobre lo que debemos reflexionar es la urgente necesidad de aplicar nuevas medidas de contención para el cuidado, conservación y uso responsable del agua, el surgimiento de una nueva cultura del agua, una apuesta por la conciencia social colectiva que nos permita desarrollar resiliencia ecológica, lo que quiere decir: sobreponernos a los embates del deterioro medioambiental y dejar de aferrarnos a los tiempos pasados en que gozábamos de abundantes recursos naturales, tanto renovables como no renovables.

Hoy es tiempo de girar el timón, llevar a cabo nuevas prácticas, como la captación de agua en contenedores o piletas, el uso de tinacos y la dosificación del agua para las tareas domésticas; tomar duchas más breves y cerrar la llave al momento de tallarnos o enjabonarnos. Procurar que no haya fugas internas o externas en las tomas de nuestra casa, cerrar las llaves y cambiar los empaques para que el agua no se escape.

Hoy, enfrentar los retos que nos pone la naturaleza significa cambiar nuestros hábitos, profundizar en la conciencia individual y comunitaria. Más allá de buscar culpables, habremos de aceptar que la solución no es de unos cuantos, sino de todos.

Sabemos que quienes se han ensañado y se empeñan en sembrar discordia, buscarán todo para continuar dividiendo y golpeando el prestigio y la reputación de una institución que camina de la mano de cada hogar y familia ojinaguense; nuestro empeño está en hacer frente a los retos y continuar llevando servicios de calidad, generando empatía y responsabilidad compartida.