PRESIDIO – De acuerdo a los datos de la Oficina del Censo de E.U.A., de los 4,446 habitantes de Presidio el 2.6 % ganan entre $100,000 a 149,000 dólares anuales, y el 15.2 % reciben menos de 10 mil dólares al año. Sumando casi 30% de ingresos menores a los 15 mil dólares.
Siendo para algunos difícil costear los gastos por suministros, canasta básica, vestimenta, combustible, etc. situándolos en los límites de la pobreza. Como es el caso de Estella Molina de 36 años de edad, madre de tres hijos y empleada de una tienda local, quien hace algún tiempo intento subsistir en la ciudad de Presidio, pero le resultó imposible.
“Gano 8 mil dólares al año, pero yo me mude a Ojinaga, porque aquí está muy difícil la situación, como pagar la renta, es muy alta y no se puede, es más fácil vivir allá, aquí todo es muy caro, como el agua y la luz” comenta Molina. Pues el estancado salario de 7.25 resulta insuficiente ante el alza de precios cada inicio de año. Convirtiéndose en una oleada de empobrecimiento para un pueblo rezagado.
“Hubo un año que traté de vivir aquí, pero los billes… ¡se me junto todo! y ahí fue cuando decidí irme a Ojinaga”. Molina ahora dice encontrarse en una situación diferente pues su dinero rinde más en el otro lado de la frontera. “En Presidio sólo viví 8 meses, pero con mi salario del mínimo no me alcanzó para pagar los servicios, menos para otros lujos, aquí no podía hacer nada” compartió Molina.
En adición, el decadente sueldo de algunos no alcanza para proveerles una vida holgada. Pues cada estado dentro del territorio estadounidense estipula un salario mínimo de acorde al nivel de vida que se demande. Sin embargo, el salario establecido en Presidio no parece ir en concordancia con el uso de suelo y los costos por los servicios básicos como es el agua, electricidad y gas.
Siendo esta cifra alarmante pues la pobreza conlleva a un gran número de situaciones adversas dentro de esta área rural. De acuerdo al libro “A Framework for Understanding Poverty” revela el estrés psicológico en el que viven las familias en condiciones de pobreza. Alcanzando a niños, jóvenes, personas de mediana y tercera edad quienes enfrentan lapsos depresivos por la carencia económica.
La pobreza en muchas zonas rurales como lo es esta frontera es un modo de vida, y se convierte en una cultura marginada por el escaso desarrollo que ha presentado su entidad. Por tanto, la ciudad de Presidio en todo su entorno económico necesita reestructurar su desequilibrado modelo de servicios ofrecidos a los ciudadanos.
