OJINAGA.-Este sábado se llevó a cabo la Misa del Migrante la cual por las inclemencias del tiempo no se pudo llevar a cabo como se tenía programado realizar, la misa se realizó en la iglesia de la Divina Providencia ubicada en la colonia Emiliano Zapata.
Marco Estrada párroco del Santuario de Guadalupe fue el encargado de dirigir la misa del migrante y menciono que dios sabe porque hace las cosas, ya que desde hace tres años el clima no les ha permitido celebrar esta Misa por los Migrantes cerca del rio bravo, pero a pesar de las inclemencias del tiempo “nosotros celebramos nuestra fe” dijo el párroco, celebramos esta eucaristía.
El padre compartió una reflexión del papa para este día del migrante y del refugiado, en la cual se menciona que “en la iglesia nadie es extranjero, en la iglesia nadie es emigrante”, “en la iglesia nadie es ilegal”, por lo que esta celebración y el hecho de que estemos todos aquí lo demuestra.
Nos podra dividir en teoría dos países, nos puede dividir la frontera, nos puede dividir la situación política pero la fe y el amor es lo que nos mantiene unidos, somos una sola familia, somos una sola comunidad, y el hecho de que estemos reunidos lo demuestra.
El hecho de que cada uno de nosotros nos interesemos por orar, y apoyar a nuestros hermanos que viven la triste realidad de la migración demuestra la realidad de la iglesia un solo cuerpo un solo espíritu una sola fe un solo señor Jesucristo, y estamos viviendo esa unidad.
Recordó que dios siempre esta con los migrantes, hizo mención de las mujeres veracruzanas llamadas “patrones” que apoyan a los migrantes que viajan a bordo de la llamada “bestia” (tren que viaja del sur del país hacia el norte) y les proporcionan alimentos para su largo camino, hombre y mujeres que han fundado casas de migrantes en distintos puntos de la frontera, son personas que compartiendo lo mucho o lo poco que tienen brindan esa ayuda.
El reunirse una vez al año para pedir por los migrantes prácticamente es nada, prácticamente es poco si nos limitamos a celebrar esta eucaristía.
El padre exhorto a los asistentes a que en la medida de lo posible y en la medida de lo que cada uno pueda ayudar, brinden su apoyo y ayuda a nuestros hermanos.
Dijo que desgraciadamente existen rostros ocultos que no vemos pero que están ahí y son quienes dañan también a nuestros migrantes rostros como el del crimen organizado que los secuestran, torturan y que desgraciadamente no vemos.
A los que vemos son a los que deportan y piden ayuda acercándose a las autoridades; por último el padre agradeció a los asistentes a esta misa por los migrantes y también agradeció a quien aportaron con su ayuda en favor de los migrantes.