La construcción de un muro entre México y Estados Unidos pesa como una amenaza sobre varias comunidades a lo largo de la frontera, como es el caso de las poblaciones de Presidio, Texas, y Ojinaga, en Chihuahua, México donde dicen que las políticas del presidente Donald Trump no reflejan su realidad y donde continúan las estrechas relaciones de las que por siglos han gozado en ambos lados del río Grande, entre otras cosas gracias a la construcción de nuevos puentes.