ALDAMA.-“Chuquis”, “La Parca” “El Tarta” y “El Chaca”, son los sobrenombres de cuatro aldamenses que desde días atrás salieron de sus domicilios con rumbo a Lomas de Arena, donde guiarían a un grupo de “mojados” a cruzar hacía a Estados Unidos, sin embargo, desde entonces no han regresado ni se ha sabido nada de ellos.
Lo anterior se informa de manera extraoficial, es decir, las autoridades no saben nada al respecto, no se han interpuesto denuncias por personas desaparecidas, sin embargo, es un comentario del dominio público.
Los familiares tampoco han dicho nada de manera oficial, pero lo han comentado a sus amigos, quienes han corrido la voz.
Aclarado lo anterior, se informa que fue el pasado sábado 14 de este mes de octubre, cuando los cuatro aldamenses partieron rumbo a Lomas de Arena, a donde llevaron alrededor de seis guatemaltecos para cruzarlos al vecino país.
Sin embargo, algo salió mal, ya no han regresado.
Los comentarios no son en el sentido de que los haya “agarrado la migra”, sino que otro grupo que cuida la región.
Se tiene del conocimiento que días atrás, otro grupo de aldamenses también se fueron de “mojados”, entre ellas, una vecina de Infonavit y un joven de nombre Daniel.
Según publicaciones en redes sociales, Vicky se reportó el martes con sus familiares, gracias a que logró llegar a Estados Unidos junto con otras personas.
Sin embargo, de “Dany” se sabe que hoy lo buscan las autoridades por helicóptero, ya que alguien dijo a sus familiares que se quedó cansado y enfermo en el desierto.
En su desesperación, “Dany” dijo a sus compañeros que avanzaran ellos, ya que para él era preferible que lo encontraran y lo regresaran a su casa.
No se especifica sí se trata del mismo o casos simultáneos, ya que el primero, ocurrió cuando los cuatro aldamenses partieron el sábado 14 de este mes, mientras que el segundo, la semana anterior, el pasado jueves.
De acuerdo a información obtenida, los primeros cuatro aldamenses tomaron una brecha que se ubica después del rancho conocido como “Hormigas”.
Lomas de Arena se ubica en el Ejido Emilio Carranza, al extremo suroriente del Valle Bajo de Juárez.
De El Porvenir, en Ciudad Juárez, hasta Lomas de Arena, la brecha tiene una longitud de 220 kilómetros junto a la frontera con Estados Unidos.
Es uno de los puntos más alejados de la cabecera municipal de Guadalupe Distrito Bravos, a 295 kilómetros de Ciudad Juárez, rumbo a Ojinaga.
Desde El Porvenir hasta Lomas de Arena, el camino es arenoso, fangoso y curvo para esquivar la sierra, se cruzan 17 poblados, donde las más recientes noticias de las condiciones que guardan viviendas y rancherías, datan del 2008, tras ser abandonadas por la oleada delictiva que azotó al municipio de Guadalupe y en general al Valle de Juárez, hace media década.
Las noticias llegan así, lentas, porque desde la comunidad de El Faro, a 16 kilómetros de El Porvenir, se ha colocado una barrera de temor que impide a los desplazados de esas comunidades a volver a sus tierras por las amenazas de grupos delictivos, que hasta los límites con el municipio de Ojinaga, han marcado un corredor de casi 800 kilómetros de brechas, entre arenales, serranías y vados para conectar a Villa Ahumada con la frontera.
Es una red de comunicación ideal para el trasiego de droga y el tráfico de migrantes por la falta de vigilancia en ambos lados del muro fronterizo.
Esta porción de casi 5 mil kilómetros cuadrados –el 2 por ciento del territorio estatal–, es una “Zona del Silencio”, una región de la que muy poco se sabe y de la que se escucha menos al poniente de El Faro, la penúltima comunidad habitada entre Juárez y Ojinaga. La última es San Antonio del Bravo.
En orden de poniente a oriente, a partir de El Faro, las comunidades abandonadas son El Cuervo, Luis León –donde habita sólo una persona–, Banderas, Cajones o Cajoncitos, Corral de Alambre, Cieneguillas, Bosque Bonito, Ojos Calientes.
Entre esas las rancherías está Cerro Alto, San Antonio, Divisadero, Los Frijoles, Las Vacas, El Consuelo, La Profunda, Acebuches, La Parra, Beto Ávila, Pinos Altos, San José del Hueso, Los Infantes, Huérfano, San Francisco, Las Palmitas, La Boquilla, La Güera –en los límites con Ojinaga–, Puerto Alto, El Colorado, Santa Emilia, El Pino, La Providencia y El Pando.
La densidad de población en esta franja abandonada es de 0.02 habitantes por kilómetro cuadrado. En Guadalupe es de 1.48, y en el estado es de 13.23.
Por las brechas no cruza nadie desconocido, sólo quienes no representen una alerta para los grupos delictivos que ahí operan, bandas que han visto mermadas sus operaciones tras la muerte de Gabino Salas Valenciano, “El Ingeniero”, líder del cártel de Sinaloa en el Valle de Juárez.