La natividad de Jesús, la natividad de Cristo, el nacimiento de Jesús o el nacimiento de Cristo, se describe en los evangelios bíblicos de Mateo y Lucas. Los dos relatos coinciden en que Jesús nació en Belén de Judea, su madre María estaba desposada con un hombre llamado José, que descendía del rey David y no era su padre biológico, ya que su nacimiento fue causado por la intervención divina.

Adoración de los pastores, de Matthias Stomer (1632).

La natividad es la base de la festividad cristiana de Navidad el 25 de diciembre y juega un papel importante en el año litúrgico cristiano. Muchos cristianos exhiben tradicionalmente pequeñas escenas del pesebre que representan la natividad en sus hogares, o asisten a las obras de teatro de la Natividad o los concursos de Navidad que se enfocan en el ciclo de la natividad en la Biblia.

Las congregaciones cristianas de tradición occidental (incluida la Iglesia católica, los ortodoxos de rito occidental y las Iglesias protestantes) comienzan a observar la temporada de Adviento cuatro domingos antes de Navidad. Los cristianos de la Iglesia ortodoxa y el cristianismo oriental observan una temporada similar (a veces llamada Adviento, pero también llamada «Ayuno de Natividad») que comienza cuarenta días antes de Navidad.

Algunos cristianos ortodoxos orientales (por ejemplo, griegos y sirios) celebran la Navidad el 25 de diciembre. Otros ortodoxos (por ejemplo, coptos, etíopes, georgianos y rusos) celebran la Navidad el 7 de enero (Koiak 29 en el calendario copto) como resultado del cumplimiento del calendario juliano, en lugar del calendario gregoriano.

La Iglesia armenia, sin embargo, continúa la antigua práctica original cristiano oriental de celebrar el nacimiento de Cristo no como una festividad separada, sino el mismo día de la celebración de su bautismo (Teofanía), que es el 6 de enero.

La representación artística de la natividad ha sido un tema importante para los artistas cristianos desde el siglo iv. Las representaciones artísticas del belén desde el siglo xiii han enfatizado la humildad de Jesús y promovido una imagen más tierna de él, un cambio importante con respecto a la imagen temprana del «Señor y Maestro», reflejando cambios en los enfoques comunes adoptados por el ministerio pastoral cristiano durante la misma época.

La navidad es una de las celebraciones más importantes en todo el mundo. Es un hito importante para nosotros, el final de un año, tiempo de regalos, festejos, reuniones familiares y –para los cristianos practicantes- una emotiva fiesta religiosa.

Adoración de los Pastores.

Aunque la Navidad es actualmente época de regalos, de celebraciones y reuniones familiares, lo cierto es que su origen responde en realidad a otros factores históricos que involucran al poderoso Imperio Romano, a ritos paganos y poco tienen que ver con el hecho histórico que conmemoran: el nacimiento del niño Jesús.

Todos sabemos que el 25 de diciembre se conmemora el nacimiento de Jesús de Nazaret, pero la verdad es que se desconoce la fecha exacta de este hecho histórico. El análisis de ciertos fragmentos de los evangelios, así como de otros documentos de aquella época, han permitido a los historiadores realizar diferentes hipótesis sobre el nacimiento de Jesucristo. Algunos hablan de abril o mayo, mientras que otros concluyen que fue en Septiembre u Octubre

El 25 de diciembre no fue elegido para la Navidad porque fuese el nacimiento de Cristo, si no que era la mejor formar de sustituir la Saturnalia, una celebración pagana que, cuando el mundo eclesiástico se impuso, debía ser totalmente exterminada.

¿Por qué se celebra el 25 de diciembre?

La explicación más consistente de los historiadores es que el origen de la Navidad estuvo relacionado con una serie de decisiones tomadas por los altos mandos de la iglesia cristiana en los siglos III y IV. Entre ellas, se considera como la más determinante, la moción del Papa Julio I en 350 para establecer la navidad el 25 de diciembre. Esto fue decretado 4 años después por el Papa Liberio.

El por qué de la elección de esta fecha se relaciona con la necesidad de la recientemente oficializada religión cristiana de imponerse sobre los tradicionales cultos paganos romanos. En diciembre se celebraba -en el gran espacio ocupado por el Imperio Romano- el culto a Saturno, dios de la agricultura (principal sustento y actividad económica de estos pueblos). Las Saturnales se realizaban del 17 al 23 de diciembre, los días más cortos del año, y luego el 25 de diciembre se consideraba en nacimiento del nuevo sol.

La iglesia cristiana eligió entonces el 25 de diciembre como día del nacimiento de Jesús como estrategia en su proceso de expansión, en el que sistemáticamente buscó absorber y fusionar sus celebraciones con los ritos paganos de los diversos pueblos convertidos.

El ritual de la navidad fue evolucionando con los siglos, lo que festejamos hoy día es muy distante de estas primeras navidades, y responde principalmente a costumbres originarias del siglo XIX y a la influencia de la sociedad de consumo.

De todos modos, la verdadera historia del origen de la navidad no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. Puesto que la esencia de estas fiestas trasciende lo histórico, y reside en lo espiritual, y está muy bien que así sea.