“Se atenderán diariamente hasta 200 trámites en el cruce fronterizo, que generará derrama económica por consumo en hoteles, restaurante y comercios, entre otros”.
La economía de las ciudades de Ojinaga y Presidio, Texas, se verán impactadas positivamente en su economía al llevar a esa región binacional la salida-ingreso de transmigrantes, programa que actualmente sólo opera por la frontera Los Indios-Matamoros, entre los estados de Texas y Tamaulipas.
Los transmigrantes son aquellas personas que atraviesan México por carretera provenientes de Estados Unidos hacia sus lugares de origen en diversas naciones de Centro América, es decir, transitan de manera temporal por nuestro país.
En ese tránsito van generando una derrama económica muy importante, principalmente porque se trata de personas que llevan mercancías muy diversas, desde vehículos automotrices hasta aparatos eléctricos y una amplia gama de productos que compran en las diversas regiones de los Estados Unidos para llevar a vender en sus naciones de origen.
El delegado de los Programas de Desarrollo del Gobierno Federal en el estado de Chihuahua, Juan Carlos Loera De la Rosa, llevó la propuesta de un grupo de empresarios y autoridades locales de ambos lados de la frontera para que el programa Transmigrante opere en la frontera Ojinaga-Presidio.
“Hasta el momento las gestiones van viento en popa. Este miércoles nos reunimos con autoridades de Presidio y de Ojinaga en las instalaciones de la Aduana de los Estados Unidos y vemos que existen condiciones para que el programa Transmigrante sea una realidad en esta frontera”, dijo Loera De la Rosa.
Agregó que mientras el Municipio de Presidió destinó un área de 24.3 hectáreas para recibir a los transmigrantes en esa ciudad, mientras realizan sus trámites ante la aduana norteamericana, oficiales de ésta dependencia aseguran estar listos para realizar 200 trámites diarios, lo que, quitando fines de semana y días festivos, representaría unos 50 mil cruces al año.
“Además, las instalaciones de la Aduana Fronteriza de Ojinaga cuentan con tecnología de punta y capacidad suficiente para atender esos trámites; sólo falta construir la parte mexicana de la ampliación del puente, para lo cual se requieren 30 millones de pesos aproximadamente, pero ya se está trabajando en eso”, comentó el delegado federal.
Agregó que buscará de inmediato la participación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para terminar la parte que falta del puente internacional en el lado mexicano, que se dejó inconclusa desde la administración federal anterior.
Expresó que el paso de los transmigrantes reactivará el comercio, la hotelería y el turismo en ambos lados de la frontera y lo más importantes es que pudiera entrar en operaciones a finales de febrero de 2020.
Recordó que recientemente el gobierno federal decretó que la frontera de Piedras Negras-Eagle Pass sea punto de ingreso de transmigrantes como un programa permanente y eso es lo que se busca que ocurra también en Ojinaga Presidio.
Comentó que la importancia para el estado es que estas personas, en su tránsito hacia el sur, van a atravesar todo Chihuahua y dejarán una derrama económica muy importante en muchas poblaciones de la entidad.
La mayoría de estos ciudadanos trabajan legalmente en Estados Unidos y que son originarios de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y que van de regreso a sus países de origen por carretera.
Entre los funcionarios presentes en la reunión se encontraba Jorge Vargas Aguilar, administrador de la Aduana Fronteriza de Ojinaga; Alejandro Leos, director del puente internacional de Presidio; John Ferguson, alcalde de Presidio; Danny C. Domínguez, sheriff de Presidio, así como José Miguel Vargas Sandoval Comandante de la Guarnición de la Plaza en Ojinaga.
Autoridades de ambos lados de la frontera municipios y el delegado de los Programas de Desarrollo seguirán sosteniendo reuniones de seguimiento hasta que el programa sea una realidad.