La modelo mexicana Vanessa Ponce de León, de 26 años, se coronó esta noche Miss Mundo en la sexagésimo octava edición del certamen, celebrada en la ciudad tropical china de Sanya, logrando así la primera corona para su país.
La guanajuatense se impuso en una disputada ronda final a la tailandesa Nicolene Pichapa Limunskan, que terminó segunda, y a las aspirantes de Bielorrusia, Jamaica y Uganda.
“Usaré mi reinado para seguir haciendo lo mismo que hago desde hace tres años, es decir, seguir siendo un ejemplo, porque todos podemos ser un ejemplo. El mundo necesita un cambio y ayudar no es tan difícil”, comentó la modelo mexicana al recibir la corona.
Mientras, la representante estadounidense, Marisa Butler, logró la competencia de Deportes; la japonesa, Kanako Date se alzó con la de Talento y la francesa Maëva Coucke se coronó en la competencia de Top Model.
Ponce de León, que estudió Comercio Internacional y tiene un diplomado en Derechos Humanos, es directiva de un centro de rehabilitación para mujeres llamado ‘Migrantes en el Camino’, y también es oradora del Instituto Nacional de la Juventud.
Vanessa, que defiende varias causas, dio a conocer en China un proyecto llamado Na Vili, que busca ayudar a los hijos de jornaleros migrantes indígenas que salen de Guerrero a Guanajuato.
Esta fundación asesora también a los padres para que puedan poner en regla los papeles de sus hijos y puedan tener acceso a servicios públicos como educación y salud.
La modelo, aficionada al voleibol y la pintura, consiguió el premio en una glamurosa gala celebrada por novena ocasión en territorio chino, sucediendo en el trono a la india Manushi Chhillar, ganadora en 2017, que le entregó la corona.
Los jueces de la gala valoraron la belleza, inteligencia y ganas de ayudar a los demás de la mexicana, condiciones necesarias para poder ceñirse la corona.
En ese sentido, los organizadores aseguraron que en esta edición el jurado se regiría por un “renovado código de ética” y una nueva forma de trabajo para elegir a la ganadora.
Y es que este concurso de belleza ha vivido tiempos de reforma y ya no sólo premia a la más guapa, sino también al proyecto social que ayude verdaderamente a su comunidad.
Los pronósticos se cumplieron y De León, que estaba entre las treinta primeras de una reciente lista publicada por el portal “Global Beauties”, se alzó entre las más de 120 modelos que competían en esta entrega.
En el camino se quedó la chilena Anahí Hormazábal, estudiante de ingeniería que se situó en el “top cinco” de las favoritas y que había impactado en las redes sociales por su finura y estilismo.
Este año, el evento conmemoró el trigésimo aniversario del establecimiento de la provincia insular de Hainan, que las autoridades chinas buscan convertir en un centro internacional de turismo, consumo y zona de logística estratégica nacional.
“Miss Mundo ha contribuido a potenciar la industria turística de Sanya y ha impulsado los negocios de belleza en la ciudad”, dijo recientemente el vicealcalde de Sanya, Dai Yuming, durante un encuentro con la prensa.
El certamen de Miss Mundo, celebrado por primera vez en 1951 en Londres pasa por valorar la belleza integral, la elegancia, la personalidad, la pose, la seguridad, la conciencia social y la salud física de las aspirantes, procedentes de más de 120 países.
El concurso, cuya organización es británica, tuvo su sede en Londres durante 37 años, pero en 1989 viajó por primera vez, a las lejanas tierras de Hong Kong, que por aquel entonces todavía eran una de las últimas colonias del antiguo imperio británico.
Desde entonces ha llegado a lugares como Sun City, Sudáfrica, Atlanta, las islas Seychelles o Bangalore, India, además de Varsovia y Sanya.