Hace unos años, los elementos de la policía municipal de Meoqui circulaban en autos llenos de tapetes, esa era la única forma de ocultar los múltiples hoyos que tenían las unidades. La gasolina era tan escasa que era muy normal ver a las unidades bajo la sombra, las armas que portaban eran obsoletas, los cartuchos eran pocos y solo para algunos, era normal ver a elementos con uniformes percudidos por tanto uso y lo más grave era que en la ciudad no había vigilancia. Pero todo cambió en el año del 2016, con la llegada de Ismael Pérez Pavía, actual Presidente Municipal, quien decidió dar un giro por completo a la corporación: Inició por dignificar al policía. A semanas de asumir el cargo, les entregó uniformes, se consiguieron unidades modernas, se completó el abasto de gasolina y todos los sectores de la ciudad quedaron cubiertos por unidades que vigilan las 24 horas al día. Después se aplicó el programa cero tolerancia. Una medida a la que alcaldes pasados le sacaron la vuelta por el temor a perder réditos políticos. A Ismael Pérez Pavía, poco le importó la popularidad y encabezó una cruzada por negar por completo el maltrato a los elementos, los actos de corrupción, los abusos, el ‘moche’ y la ‘mordida’. Ha sido un camino tormentoso, lleno de críticas y señalamientos, pero el alcalde ha dicho que prefiere mentadas a que se sigan muriendo personas. En la población de Meoqui, persiste la idea de que los elementos de seguridad pública son muy estrictos y duros, pero se ha borrado de la mente de las personas la imagen del policía sucio, desaliñado, corrupto, mañoso. Ahora impacta cuando las unidades vigilan los parques de día y de noche, cuando se circula por los puntos de mayor vida económica como el boulevard o la zona centro es normal que haya policías y unidades atentos a cualquier necesidad de las personas. Un gran cambio realizado por el Presidente Municipal, quien hizo que la policía de ese municipio, pasara de la vergüenza, a ser un referente en todo el estado de Chihuahua.