La grandeza y prestigio del América crece sin medida, cuando se da por muerto a las Águilas, el equipo saca el temple y avienta la historia de sus colores al rival haciéndolos ‘chiquitos’ cómo lo hizo esta noche con Monarcas, a quien derrotó por la diferencia exacta y necesaria (2-0) para acceder a la Gran Final donde Monterrey los espera después de la Navidad.
Una vez más Miguel Herrera demostró sus dotes de buen entrenador y con una estrategia arriesgada las Águilas consiguieron su boleto a la Final.
Sacó a Giovani Dos Santos del cuadro titular, habilitó a Sebastián Córdova como lateral, mantuvo a Viñas en el ataque por encima de Nicolás Castillo y por si fuera poco, tuvo que modificar sobre la marcha del juego debido a la lesión de Renato Ibarra con Roger Martínez y cuando tuvo que amarrar el resultado, metió al Oso González para tener mayor recuperación en el medio campo.
Al final, el Piojo atinó en todas sus decisiones y desde el comienzo del partido se pudo notar el hambre que tenían por comerse la cancha, en donde Renato y Viñas se encargaron de reflejarlo en el marcador al hacer los dos goles de la diferencia desde el primer tiempo.