“El contacto de las manos sucias con los ojos facilita las infecciones, por lo que se exhorta a extremar las medidas de higiene”, informó Laura Loeza Montero.
El IMSS en Chihuahua llamó a la población a prevenir el desarrollo de la conjuntivitis esta temporada, guardando las reglas básicas de aseo.
La coordinadora de Prevención y Atención a la Salud, doctora Laura Loeza Montero, informó que el contacto de las manos sucias con los ojos facilita las infecciones, por lo que se exhorta a extremar las medidas de higiene.
Explicó que la conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva -membrana que recubre la parte blanca de los ojos -, esta inflamación puede ser causada por alergias, contacto con sustancias químicas o infecciones virales y bacterianas, que generalmente incrementan su incidencia en esta temporada de viento.
Señaló que se trata de un padecimiento que puede iniciar en las mucosas de boca y nariz y diseminarse por el saludo de manos, que a su vez entran en contacto con la cara al frotarse o intentar limpiar los ojos, acción recurrente en temporada de viento como acto reflejo por las molestias que produce el polvo en los ojos.
Indicó que la mayoría de las veces se cura de cinco a siete días, mientras el cuerpo controla el virus causante de la infección. Las producidas por bacterias requieren del uso de antibióticos y mayor cuidado, porque puede durar más tiempo y produce molestias como secreciones espesas y pegajosas que dificultan la visión, e incluso, llegan a pegar los parpados al despertar por las mañanas, agregó la doctora.
Dijo que también hay conjuntivitis que son manifestaciones de algún tipo de alergia, la que produce comezón en los ojos y al frotarlos genera la inflamación de algunas de sus partes.
Este padecimiento se puede prevenir de formas muy simples como procurar el aseo frecuente de las manos -siempre antes de colocar los lentes de contacto-, evitar tocarse los ojos si no es necesario, no compartir artículos de aseo como toallas, ni cosméticos.
Finalmente, recomendó a los derechohabientes acudir con su médico familiar si de manera persistente ha tenido los ojos enrojecidos, llorosos, con picazón o si existen secreciones espesas que dejen residuos o costras en los parpados y pestañas; si se presenta dolor e inflamación, al igual que si se tiene visión borrosa o sus ojos se vuelven sensibles a la luz.