OJINAGA, EL ULTIMO DESTINO DE ANTHONY BOURDAIN EN MEXICO
OJINAGA.-Atraído por la belleza del desierto, y una promesa de buena comida y cultura sobresaliente, el popular chef, escritor y conductor de televisión, Anthony Bourdain, estuvo en Ojinaga, última locación en la que trabajó en México. Ahí disfrutó de mariscos, carne asada, cervezas artesanales, chapulines y mezcal. De este viaje nació la inquietud de visitar las Barrancas del Cobre, proyecto que no se concretó tras su inesperado fallecimiento.
El pasado mes de marzo, el chef internacional y reconocido conductor de televisión acudió a Marfa, Texas, con el fin de grabar un episodio más de su programa Parts Unknown (Partes Desconocidas). Hablando con Sandro Cánovas -reconocido artista adobero- sobre comida y cultura del desierto, salió a relucir que la mejor comida no estaba ahí, sino a unos pasos, en Ojinaga, en donde además había mucha cultura.
En Ojinaga, Anthony Bourdain visitó primero los murales del Palacio Municipal, en donde habló sobre el movimiento artístico mexicano y cultura del desierto con el propio autor de esas obras, el muralista oriundo de Cuauhtémoc, Miguel Valverde.
En cuanto a comida, acudió a dos lugares emblemáticos de la frontera: Mariscos Sinaloa y en El México del Ayer. Salió con una agradable impresión de la comida local.
Su equipo de producción se tomó el tiempo de hacer algunas tomas especiales para el programa en el lugar conocido como “El Olvido”, en donde se hizo hincapié en la música norteña. Visitas a asentamientos rarámuris, así como a artistas adoberos y caminatas por las calles de Ojinaga, fueron otra parte de las grabaciones de Parts Unknown.
Nunca fue un secreto que Anthony Bourdain tenía un especial respeto por la cultura mexicana. Literalmente gustaba de probarla -no sólo desde el punto de vista culinario- sino en mezclarse y vivir esa experiencia de una tranquila noche de amigos; con buenas bebidas, música nostálgica y charlas largas.
Fuera de producción, se fueron de fiesta a la Mezcalería Palace Bar: Anthony Bourdain, el pintor Miguel Valverde, Sandro Cánova, Mario Carvajal y Omar Molina, dueño del establecimiento. Entre pláticas, la velada estuvo mezclada con una tabla de mezcales, cervezas artesanales y chapulines.
Miguel Valverde describió al reconocido chef y escritor como una persona muy sociable y respetuosa, que le gustaba más escuchar que hablar, muy interesado en la cultura mexicana; por lo que habló mucho sobre el arte, la lucha libre, el desierto y preguntó por otros atractivos de la región.
En esas conversiones, sintió especial interés por realizar un programa de Parts Unknown con la ruta a las Barrancas del Cobre, iniciado en Cuauhtémoc para visitar asentamientos rarámuris y menonitas; luego probar las gorditas en divisadero. El proyecto nunca se concretó, ya que el pasado viernes fue encontrado muerto en una habitación de hotel en Francia.
Fuente: El Heraldo de Chihuahua