>Municipios no tienen capacidad ni facultades para resolver situación, afirma diputada
CHIHUAHUA— El aumento del flujo migratorio por la franja fronteriza de Coyame a Ojinaga y el cierre de la frontera de Del Río, que colinda con la ciudad coahuilense de Acuña, ha detonado una emergencia humanitaria que no pueden enfrentar los municipios, expresó la diputada Ivone Salazar, representante de dicha zona.
“Esto dibuja poco a poco el escenario de una potencial crisis humanitaria por los cada vez más frecuentes rescates de migrantes en casas de seguridad y la desaparición de otros tantos, como el caso de los 13 migrantes en el municipio de Coyame del Sotol”, manifestó.
“Debemos recurrir al clamor que hacen los municipios para que intercedan otras instancias que son las verdaderamente facultadas; si no se atiende el problema pudiera llegar una crisis humanitaria porque ahorita los municipios lo resuelven como pueden y con los pocos recursos que tienen, sin embargo el tema de las deportaciones está generando una situación difícil, de falta de solvencia para atender a tantas personas que se están deportando”, explicó.
La legisladora comentó que ha sostenido contacto frecuente con las autoridades del Instituto Nacional de Migración de Ojinaga, quienes refieren que el cierre de la frontera coahuilense a principios de septiembre ha incrementado a la fecha, en gran medida, la llegada de mexicanos repatriados de los Estados Unidos, aunque dijo, las autoridades federales del Instituto Nacional de Migración no le proporcionan porcentajes ni cifras estadísticas.
Agregó que los procesos de repatriación y atención a los migrantes deportados mexicanos es muy lento, por parte del Instituto Nacional de Migración, lo cual provoca que los municipios deban hacer esfuerzos extraordinarios para dar alojamiento, alimento y atención a los migrantes.
“Se debe destinar personal del Instituto Nacional de Migración o del Grupo Beta para hacer más ágiles los procesos, porque si no los migrantes aquí se van a quedar, en la franja fronteriza tratando de buscar una segunda oportunidad, y eso ya nos lleva al tema de seguridad, a qué se arriesga el migrante al tratar de cruzar a los Estados Unidos”, insistió.
como el caso de los desaparecidos en Coyame”, insistió.
También mencionó que la llegada de migrantes podría desencadenar el reclutamiento forzado a las filas de grupos criminales o la llegada de personas prófugas por delitos diversos en sus lugares de origen.