OJINAGA. -El Ex General Salvador Cienfuegos Zepeda, Ex Secretario de la Defensa Nacional, realizó una gira de trabajo en el estado de Chihuahua en junio del año 2014, dentro de la cual efectuó supervisiones a las tropas destacamentadas en varios puntos de la entidad entre ellos la plaza de Ojinaga.
A Ojinaga arribó alrededor de las 16 horas del 13 de junio del 2014 y en aquella ocasión fue recibido por el general de Brigada D.E.M. Jaime González Ávalos a cargo de la Guarnición Militar de la plaza y el Lic. Miguel Antonio Carreón Rohana entonces Presidente Municipal. A su llegada, inmediatamente inició el recorrido por las instalaciones, así como revistar al personal que labora en la Guarnición Militar y la 3ra. Compañía de Infantería No Encuadrada.
En esa visita del ex alto mando militar, que se prolongó por más de tres horas, pudo constatar el adecuado funcionamiento de los organismos militares que operan en esta región del Estado, así como la elevada moral y disciplina de las tropas. Durante su presencia, transmitió un mensaje a todo el personal militar destacado sobre las tareas que se encuentra realizando en torno al programa de “Operaciones para el Fortalecimiento de la Seguridad de los mexicanos a Fin de Disminuir la Violencia en el País”, así como otras actividades que se realizaban en coordinación con los distintos órdenes de gobierno.
De igual manera, el ex titular de la SEDENA supervisó los preparativos que se tenían en la Guarnición Militar para la aplicación de los programas en caso de Sequías y Altas Temperaturas, así como Lluvias Intensas, Granizadas e Inundaciones.
Al término de su visita, el ex General Salvador Cienfuegos Zepeda continuó vía aérea con su gira de trabajo hacia el Estado de Coahuila.
Cabe destacar que después de 18 años es decir desde 1996 un General Secretario de la Secretaría de la Defensa Nacional no visitaba esta región desde el General Enrique Cervantes Aguirre durante el mandato del ex presidente Ernesto Zedillo.
El penoso caso del general Moreno Aviña involucrado con el caso Ojinaga y el “pelotón de la muerte “es considerado hoy por los altos mandos del Ejército como una de las grandes traiciones al instituto militar cometidas en los años recientes. Resulta paradójico que días antes de que la sentencia fuera dictada, el entonces secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda, ofreciera una disculpa pública a la sociedad, por los actos de tortura que dos miembros del Ejército habían cometido en contra una mujer en Ajuchitán del Progreso, Guerrero, en febrero de 2015.
Cienfuegos dijo entonces, ante 26 mil soldados, que “quienes actúan como delincuentes, no solo incumplen la ley, sino que no son dignos de pertenecer a las fuerzas armadas”. En un discurso que fue considerado histórico entre los generales, el general secretario dijo que los malos integrantes del Ejército “empañan la actuación honorable de miles de mujeres y hombres”: “el esfuerzo aportado por alrededor de 50 mil compañeros, todos los días, en todo el país, hasta en los rincones más apartados, en las sierras, costas, en áreas urbanas y rurales altamente conflictivas”.
Altos mandos de la Sedena recuerdan hoy ese discurso, y entienden que la detención por agentes de la DEA del exsecretario de la Defensa representa una crisis mayor, y también un golpe devastador para la moral de una tropa que lleva más de una década enfrascada en “una lucha que nadie quería librar y que ha sido sostenida por lealtad”.
En los días que han pasado desde la aprehensión, la cúpula militar ha transitado del estupor, a la consternación, al dolor, a la extrañeza.
Militares de alto rango consultados ayer afirman que Cienfuegos fue un modelo dentro de la Sedena. Durante un cuarto de siglo ocupó cargos en el sistema educativo militar (fue director del Colegio Militar; subjefe de Doctrina Militar del Estado Mayor, director del Centro de Estudios del Ejército) y fue un ejemplo: el responsable de la formación de miles de militares.
El Ejército entero trabajó bajo sus órdenes. “Todos somos los mismos, los que estuvimos con Calderón, los que estuvimos con Peña Nieto, los que estamos ahora con el presidente López Obrador. Por eso la noticia nos tiene consternados”, relata un general.
Dentro del Ejército hay gran expectación por la audiencia que se llevará a cabo en unas horas. “En una estructura tan vertical, los malos pasos se huelen, se sienten. Los operativos implican movilización de gente, de armas, de dinero, de recursos. Todo eso implica mucha gente y entraña para el que los ordena responsabilidades legales y administrativas que no pueden ocultarse”, me dicen.
Pregunto qué tan verosímil suena, para la cúpula militar, la acusación de la DEA. Transcribo la respuesta:
“No tenemos información. Hasta que no haya algo más, le damos a Cienfuegos el beneficio de la duda”.