NOCHEBUENA: LA ESPERANZA, CONMEMORAN HOY MILLONES

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Nochebuena, el 24 de diciembre, es el día de vigilia, que representa la esperanza, porque recuerda el duro peregrinar de Santa María y San José antes del día que cambió la historia y el curso de la humanidad.

 

Lo que conmemora la Nochebuena.

Como su nombre lo indica, es la “buena noche” porque recuerda la noche antes del nacimiento de Jesuscristo, el Mesías encarnado como lo anunció el Ángel San Gabriel a María Virgen.

La Virgen María y José peregrinaron de Nazaret a Belén para empadronarse en los censos ordenados por César Augusto. A punto de dar a luz, buscando quién les diera albergue a los santos peregrinos, consiguen quién les diera un lugar para quedarse, con un humilde pesebre donde al llegar Navidad (25 de diciembre), el Nacimiento de Cristo, colocaron al niños Jesús envuelto en pañales y cobijado.

Tiempo después llegarían pastores y los Reyes Magos guiados por ángeles -la estrella de Belén- que anunciaban el nacimiento del Redentor que esperaban para la salvación.

La tradición cristiana y las Sagradas Escrituras, ambas fundamento de la religión, describen historiográficamente que buscaban “posada” (de ahí viene el festejo), es decir, que alguien les diera albergue para pasar la noche.

El Evangelio según San Lucas 2 (1-7) narra:

Sucedió que en aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.

Este primer censo tuvo lugar siendo Quirino procurador de Siria. Iban todos a empadronarse, cada uno a su propia ciudad.

Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, por ser él de la casa y de la estirpe de David, para empadronarse con su esposa María que estaba encinta.

Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

Nochebuena, la última posada.

Las letanías sobre Nochebuena, que por costumbre cristiana se cantan en las posadas nueve días antes de Navidad siendo la última el 24 de diciembre, han sido una forma muy concisa de transmitir la historia a través de los años.

Así el canto de la posada narra la Nochebuena:

Peregrinos:

En el nombre del cielo

os pido posada,

pues no puede andar

mi esposa amada.

Posaderos:

Aquí no es mesón,

sigan adelante.

Yo no puedo abrir,

no sea algún tunante.

Peregrinos:

No seas inhumano,

tennos caridad,

que el Dios de los cielos

te los premiará.

Posaderos:

Ya se pueden ir

y no molestar,

porque si me enfado

os voy a apalear.

Peregrinos:

Venimos rendidos

desde Nazaret,

yo soy carpintero

de nombre José.

Posaderos:

No me importa el nombre,

déjenme dormir,

pues yo ya les digo

que no hemos de abrir.

Peregrinos:

Posada te pide,

amado casero,

por solo una noche

la reina del cielo.

Posaderos:

Pues si es una reina

quien lo solicita,

¿cómo es que de noche

anda tan solita?

Peregrinos:

Mi esposa es María,

es reina del cielo,

y madre va a ser

del Divino Verbo.

Posaderos:

¿Eres tú José?

¿Tu esposa es María?

Entren peregrinos,

no los conocía.

Peregrinos:

Dios pague, señores,

vuestra caridad,

y que os colme el cielo

de felicidad.

Todos:

¡Dichosa la casa

que abriga este día

a la Virgen pura,

la hermosa María!

(Los posaderos abren la puerta y dejan entrar a los peregrinos)