DIPUTADOS APRUEBAN OTORGAR NACIONALIDAD A EXTRANJEROS QUE SEAN HIJOS DE MEXICANOS

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La Cámara de Diputados aprobó, por mayoría calificada, el dictamen de reforma constitucional en materia de nacionalidad para puntualizar que también serán mexicanos por nacimiento quienes nazcan en el extranjero.

La reforma al artículo 30 de la Constitución Política fue avalado en lo general y en lo particular, por 396 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones, y remitido a las legislaturas de los estados y de la capital para efectos constitucionales.

La reforma indica que obtendrán la nacionalidad quienes nazcan en el extranjero y sean hijos de padres mexicanos, de madre o de padre mexicanos.

Los diputados indicaron que lo establecido actualmente en el artículo 30 viola los derechos de aquellas y aquellos que son hijos de padres y madres mexicanas que no hayan nacido en el territorio.

Por ello, consideraron importante reconocer el derecho a la nacionalidad mexicana de estas personas, sin importar que hayan nacido en el país o en el extranjero.

Al fundamentar el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales, el diputado Héctor Guillermo de Jesús Jiménez y Meneses (Morena), apuntó que la nacionalidad “es un derecho humano fundamental” y argumentó que la reforma constitucional busca “reconocer el derecho a la nacionalidad mexicana de las y los hijos de padres mexicanos o de madre o padre mexicanos, sin importar que hayan nacido en territorio nacional o en el extranjero, protegiendo con ello su derecho de identidad”.

Al eliminar la limitante, dijo, “podrá accederse a la nacionalidad con el simple hecho de ser hijos de padres mexicanos, sin importar la forma en que adquirieron la nacionalidad sus padres”.

La medida, dijo, además de dar certeza jurídica a los connacionales que no radican en territorio nacional, garantiza el acceso a la nacionalidad para las y los hijos de mexicanos nacidos en territorio nacional.

La diputada Laura Imelda Pérez Segura (Morena) presentó una propuesta de modificación al dictamen para establecer en el artículo 30 constitucional un lenguaje incluyente, catalogar como personas sin importar el género, para ayudar a cerrar brechas de desigualdad, combatir estereotipos y prejuicios de género. Dicha reserva no fue aceptada por el Pleno.