EXTRANJEROS TAMBIEN PARTICIPARON EN LA BATALLA DE OJINAGA

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OJINAGA.-Aunque hay poca información sobre estas participaciones, lo cierto es que existen historias de extranjeros que participaron activamente en esta lucha y que estuvieron presentes en aquella fecha memorable ocurrida durante la noche del 10 de enero de 1914 en Ojinaga.

ALFRED W. LEWIS

Durante el tiempo de la revolución mexicana muchos extranjeros particparon activamente en contra del gobierno, dentro de la batalla de Ojinaga algunos de ellos participaron activamente tal es el caso del Capitán Alfred W. Lewis que fue un militar canadiense que participó en la Revolución mexicana. Estudió artillería en el ejército británico para después ser un soldado independiente que vagó por el mundo en busca de guerras en las cuales participar. Luchó para el Ejército Británico durante las Guerras de los Bóer. En 1910 se hizo cargo de la artillería de los Insurrectos maderistas dentro del cuerpo en donde se encontraba el Capitán James Charles Bulger y el entonces Coronel Antonio I. Villarreal. Utilizó el cañón azul de Whistler/McGinty contra los federales en Ojinaga. Dejó la lucha con la entrada de Francisco I. Madero a la presidencia de México después de la caída de Ciudad Juárez por las tropas del General Pascual Orozco.

FRANK S. McCOMBS

También Frank S. McCombs, un militar estadounidense que participó en la Revolución mexicana. Nació alrededor de los años 1874 a 1876 en Seattle, hijo de granjeros del estado de Washington que siempre habían sido mercenarios. Sirvió en Grecia durante la Guerra Gréco-Turca, en China en la Rebelión de los Bóxers, en Nicaragua y para los británicos durante las Guerras de los Bóer y los Estados Unidos en la Guerra Filipino-Estadounidense. Se unió a los insurrectos mexicanos en 1910 durante la Revolución mexicana. Dentro de la tropa le llamaron EL Diablo por su gusto de despertarse en la noche a matar centinelas federales. Luchó en las batallas de Mulato y de Ojinaga. «Tex» O’Reilly lo describió como un “sordo” por su incapacidad hablar español.

AMBROSE BIERCE

De igual forma se conoció la historia de Ambrose Bierce un viejo soldado norteamericano que se cree murió durante la batalla de Ojinaga pero que su historia de desaparición encierrra un gran misterio.

En octubre de 1913 un anciano de porte marcial y mirada penetrante visitó en el transcurso de tres semanas los emplazamientos de algunas de las batallas más emblemáticas y cruentas de la Guerra de Secesión Americana. Shiloh, Stones River, Chickamauga… en su juventud había combatido por la Unión en todas ellas y unas cuantas más. La guerra, además de vísceras, suele sacar a la luz lo mejor y lo peor de nosotros mismos: este viejo soldado vislumbró la condición humana entre el humo de los cañones y durante el resto de su vida fue incapaz de creerse las pequeñas y grandes mentiras que nos facilitan la existencia.

El viejo soldado del que les hablo no es otro que Ambrose Bierce, y en aquel octubre de 1913 estaba a punto de desaparecer para siempre. Conocido por sus contemporáneos como Bierce “el Amargo”, el “Hombre Más Malvado de San Francisco”, el “Lexicógrafo del Diablo” o el “Samuel Johnson de la Costa Oeste”, durante cuatro décadas se había enfrentado con su prosa acerba y sin cuartel a todos los estamentos de la sociedad de su tiempo, que le admiraba, odiaba y temía como a ningún otro. También había publicado un buen número de historias: Incidente en el Puente de Owl Creek es probablemente el mejor relato sobre la Guerra de Secesión jamás escrito y sus escalofriantes cuentos de terror fueron una de las influencias de H.P. Lovecraft. Sea como fuere, a finales de noviembre atravesó la frontera para observar de cerca la Revolución Mexicana; su última carta data del 26 de diciembre y supuestamente le sitúa en la ciudad de Chihuahua, a un día de viaje de las tropas de Pancho Villa. Para la mayoría de sus biógrafos, Bierce murió dos semanas más tarde en la batalla de Ojinaga, aunque no hay ninguna prueba concluyente al respecto y abundan las conjeturas. El misterio de su desaparición quedará seguramente sin respuesta, pero en cualquier caso vale la pena repasar su vida en busca de pistas, o quizá simplemente para conocer mejor a un hombre notable.

 

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