FALLECE DON ALFREDO PIÑA RAMOS DECANO DE LA FOTOGRAFIA, UN OJINAGUENSE RECONOCIDO EN EL ESTADO

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ojinaguense

CHIHUAHUA.-Chihuahua pierde a uno de los más reconocidos fotógrafos que ha dado el medio periodístico. Víctima de cáncer, Alfredo Piña Ramos dejó de existir a los 85 años de edad.

Nació el 26 de enero de 1932 en la comunidad de Cañada Ancha del municipio de Ojinaga.

En la capital del estado don Alfredo representaba un ícono de la cámara. Empezó el gusto por la fotografía al lado de Enrique Ramos, quienes eran solicitados en el medio de la sociedad para tomar fotos de bodas, fiestas de quinceañeras, aniversarios de bodas y otros.

De un carácter alegre y vacilante. Muy bailador, le gustaba apersonarse en los bailes. Logró una cercana amistad con otro buen fotógrafo, Juan de la Torre. Ambos se competían en todo: mejores pasos de baile, mejores fotografías y mayores publicaciones de fotos en las primeras páginas de los periódicos.

La gente del medio periodístico lo recuerda por su siempre particular saludo: “¿Qué pasó mano?”; con voz ronca la hacía acompañar con una sonrisa. Nunca fue de pleitos ni de problemas con ninguno de sus compañeros.

Su pasión por la lente llegó al grado que sus fotos eran precisas, con ángulos exactos, asombrosas tomas de paisajes, panorámicas, exactas fotos nocturnas. Él mismo revelaba su material en blanco y negro.

Piña era buscado por grandes empresas para que tomara imágenes con las que promocionaban sus artículos.

“El Ruco” Piña se casó con la señora Yolanda Ramírez. De ahí nacieron y crecieron sus 5 hijos: Laura Yolanda, Norma Angélica, Alfredo, Eduardo y Lorena. De ellos, decía, “no quiero que ninguno vaya a ser fotógrafo; mejor hagan carrera”. Y así fue.

Don Alfredo tuvo el privilegio de tomar las fotografías del inicio de la construcción del ferrocarril Ch-P, incluso fue contratado para hacer el archivo histórico de principio a fin.

Nunca le gustaron los reconocimientos; no quiso que le hicieran entrevistas y mucho menos un libro de sus vivencias. Piña decía que lo hacían sentir como si ya se fuera a morir.

Con su cámara fotográfica dejó testimonio de hechos trascendentales como los asaltos a varios bancos; el asalto al Cuartel de Madera; el incendio del Teatro de los Héroes y muchos sucesos más.

Para el “Ruco” Piña sus amigos más cercanos fueron Juan de la Torre, Pedro Muñoz Grado, Carlos Carrillo (a quien ayudó a ingresar a El Heraldo de Chihuahua cuando el círculo de fotógrafos no permitía que hubiera nuevos reporteros gráficos), Raúl Ramírez, Andrés Páez, Ángel Torres, Jaime Mariscal y Jolly Bustos.

El señor Piña vio publicadas sus fotografías, ya como reportero gráfico, en el periódico Tribuna, posteriormente se fue a trabajar a Novedades y de ahí a El Heraldo de Chihuahua, donde se jubiló.

Carlos Carrillo le regresó a Piña el favor del empleo; gestionó para que “el Ruco” trabajara en el Congreso del Estado. En el año 2004 se dio este cambio con la aprobación del entonces diputado Mario Tarango Ramírez, quien le dio la bienvenida a don Alfredo. Ahí permaneció hasta el mes de mayo del año 2016, fecha cuando resintió efectos contra su salud. La primera recaída. Ya el cáncer le hacía los primeros avisos.

Piña estaba por cumplir 86 años de edad en el presente mes de enero. Ahora, su cuerpo estará en la parroquia maronita de San Chárbel. Este día, a las 13:00 horas le será oficiada su misa.

Adiós a uno de los hombres más reconocidos de la cámara fotográfica. Descanse en paz Alfredo Piña.

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