LA OJINAGUENSE ‘PAQUITA’ JIMÉNEZ: 27 AÑOS EN LA LUCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS

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Foto: Heidi Rodriguez

OJINAGA.-La flama de la indignación por la injusticia se avivó en Francisca Jiménez Barrientos hace ya 27 años y a pesar de vivir tiempos oscuros, de amenazas, difamación y desprecio, afirma que este sexenio ha abierto la esperanza de permear el interés por ayudar a los que menos tienen, en cada uno de los funcionarios pues “hay hambre y sed de justicia y tenemos que ver por los que menos quieren.

“Paquita”, como le conocen todos a su alrededor, nació en una familia muy humilde, en el municipio de Ojinaga, y desde entonces, recordó, fue niña reservada y obediente, pero “siempre me pareció que no era justo que unos tuvieran tanto y otros tuviéramos tan poco”.

Al paso del tiempo, estudió en la capital y concluyó una carrera profesional en Relaciones Comerciales, luego se casó y tuvo tres hijos, pero el destino le había guardado una llamada para ayudar a los demás, así que se unió al grupo de vecinos de la colonia Panorámico, quienes, en 1990, decidieron pelear por sus derechos.

En medio del complejo habitacional, inició la construcción de una planta tratadora de aguas negras, destinada al riego de un club de golf privado, que se configuró como un evidente acto de colusión política y privada, al carecer de permiso de impacto ambiental y estaba cerca del arroyo cercano.

“Me di cuenta que no cumplía la Ley y que las autoridades se echaban la pelotita unos a otros, durante año y medio, tocamos puertas, generamos manifestaciones con iniciativa desde la ciudadanía, y aprendí mucho, a redactar oficios, a cómo hablar para que te escuchen las autoridades y triunfamos”, dijo.

Al fragor de esa lucha, se introdujo en otras cusas sociales, como los derechos de las mujeres, de loindígenas ylas necesidades de sus comunidades.

—¿Cuál es tu mejor cualidad para luchar por la justicia?

—La terquedad—responde. Los 27 años de lucha la hicieron consciente esa actitud es la respuesta clave para haber triunfado a pesar de “cómo te tratan, cómo no te quieren escuchar, cómo no te atienden, te cuentan mentiras, se pasan la pelotita”.

La activista también ha enfrentado claroscuros, como las réplicas de la guerrilla de 1994 con la entrada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y el apoyo que algunas organizaciones chihuahuenses, como ellos, le dieron públicamente, al grado de enfrentar las mismas represalias.

“Fue muy duro, el Gobierno de ese entonces, en el 2000, comenzó a desacreditar su trabajo, puso en riesgo su actividad, generó crisis entre las organizaciones por ciertos líderes y, aunque llevas una vida tranquila, todo eso hace que desconfíen de tí y fue cuando decidí parar durante un año”, recordó.

Fuente:Cambio16

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